El Ministerio de educación debe adoptar medidas concretas, en vez de considerar que los ordenadores son la panacea en los centros. Las medidas a adoptar han de tender a la mejora del sistema educativo en todas y cada una de las comunidades autónomas, con la colaboración desinteresada y decidida de éstas.
¿Y qué es lo que debe hacer el Ministerio de Educación? Pues, entre otros muchos aspectos, debe apostar por reforzar las materias instrumentales básicas; adaptar a la realidad la educación de personas adultas; potenciar la educación a distancia y abrirla a la formación profesional; efectuar un diseño nuevo y moderno de la educación secundaria; ampliar la etapa de secundaria no obligatoria a tres años (bachillerato); prestigiar la formación profesional, tanto en los ciclos de grado medio como en los de grado superior; estudiar redes de formación que, en muchos casos, las comunidades autónomas han destruido, caso de Castilla y León; asentar el nuevo sistema educativo en las plataformas de la exigencia, el esfuerzo y en el abandono del falso igualitarismo.