España está “parando el golpe del paro”, ha dicho el bachiller, ‘Pepiño’ Blanco. Y se queda tan pancho, como si hubiese redescubierto su tierra natal. Alguien debería decirle que España no solo no para nada, sino que es el pariente más pobre de la UE y de quien la mayor parte de los países de nuestro entorno se mofan a diario.
En el Reino Unido, por poner un ejemplo, hemos pasado del respeto y admiración ganados por méritos propios, durante los Gobiernos de Aznar, a convertirnos en el chascarrillo del momento. Y el presidente Rodríguez se ha convertido en la marioneta de turno más socorrida por humoristas y chistosos. Rodríguez es sinónimo de chiste fácil.
Blanco se burla de los parados y de los más desfavorecidos. El paro en noviembre “solo” ha aumentado en 60.593 personas respecto al mes anterior. Eso hace que se superen los tres millones ochocientos mil parados; aunque con los datos sin retocar y sin cocinar se superarían los cuatro millones y medio.
Nunca un Gobierno había hecho tanto daño a los trabajadores ni masacrado tantos derechos adquiridos. Pero no se olviden de los sindicatos de clase, verdaderos palmeros del desaguisado del Gobierno y “auténticos sinvergüenzas” para gran parte de los trabajadores.