No quiero imaginar qué pensará el empresariado catalán, o el que pretenda establecerse allí, cuando observe el deseo de enfrentamiento y venganza contra España que proponen ERC, JxCAT, la CUP y otros grupúsculos
Por Jesús Salamanca Alonso / No es fácil poner orden en Cataluña y tampoco en España. Lo están intentando varias familias frente al supremacismo catalán; lo han intentado asociaciones y agrupaciones no catalanistas; no dejan de hacerlo los partidos constitucionalistas: unos más que otros, porque el Partido Popular se limita a hablar, pero no actúa. Del Gobierno mejor no hablar: su actitud es calificada, incluso en Europa, de «despreciable ante el sufrimiento de miles de familias represaliadas en Cataluña». La dejadez del es reconocida por la UE y a Pedro Sánchez no dejan de apuntarlo con el dedo; no sólo por su desidia del problema catalán sino por la falsedad de Nadia Calviño en los presupuestos Generales del Estado, además de su presunto y personal «fraude fiscal» Sigue leyendo