“Previsiblemente, volverán a debatirse las distintas visiones sobre el significado auténtico de la derrota de ETA: sus causas y sus consecuencias. “Estar a la altura” de este momento supondrá tener claro el marco conceptual del final del terrorismo”.
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ANÁLISIS_FAES / “ETA anuncia su desarme y le pone fecha. Esta vez han sido unos supuestos “portavoces de la sociedad civil” los emisarios, o ventrílocuos, de la banda. La patética escenificación de 2013 parece haber enfriado el entusiasmo mediador de Manikkalingam y su “Grupo de Verificación”. Desde aquel fiasco, que comprometió también al Gobierno vasco y a su Secretaría General de “Paz y Convivencia”, ETA parece delegar su portavocía en elementos que tiene más a mano.
Parece claro que el 8 de abril asistiremos a una nueva escenificación de ETA con el mismo propósito de siempre: la pretensión propagandística de enmascarar su derrota, con independencia del volumen del arsenal que, eventualmente, se exhiba. El mensaje es mercancía muy conocida: debemos atribuir el final de una campaña terrorista prolongada durante medio siglo a la buena disposición de los terroristas. A partir de aquí, también era previsible el coro de voces que acusaron recibo del anuncio. El partido de Podemos para, sin mayor dilación, reclamar del Gobierno cambios en la política penitenciaria. La ‘izquierda abertzale’ legalizada saludando la noticia como pórtico triunfal del “nuevo tiempo”. Alguna prensa intimando al Gobierno a “no estorbar”. El Gobierno vasco emplazándole a “estar a la altura”.