El daño y los atropellos de Pedro Sánchez jamás se habían dado a lo largo de la Historia de España. Ha demostrado no tener sentido de Estado y, mucho menos, ser un político digno en el que se puede depositar la confianza.
Por Jesús Salamanca Alonso / Ya estamos inmersos en las vísperas de una nueva campaña electoral. Han fracasado los líderes políticos de las cuatro grandes formaciones porque han sido incapaces de entenderse. ¡España no se merece la existencia de tanto estúpido pululando por el territorio patrio!
Han ido a su bola durante cuatro meses, sin importarles la situación económica del país; incluso han pasado de puntillas por la corrupción que tanto daño hace a la economía, no solo por la desconfianza que genera sino porque la ciudadanía ha visto en la declaración de IRPF de 2016 que, mientras muchos se lo llevan a manos llenan, otros muchos apechan con grandes cargas tras la subida de impuestos, sobre todo del IBI, además de los impuestos municipales donde gobiernan combinaciones de “fracasados y perdedores”; léase PSOE, IU en sus formas blancas y absurdas, además de eso que se conoce como 2PODEMOS” y que no es otra cosa que una formación cutre que ha recogido lo más selecto negativamente de cada familia, universidad y municipio. ¿Entienden ahora eso de “Country goes first”?
