Enrique de Diego deposita una longaniza en la sede de UGT.
El acuerdo conseguido entre la consejera de Hacienda de la Junta de Castilla y León y los sindicatos de la Comunidad, además de ser un excepcional acuerdo, no deteriora el empleo ni perjudica a los trabajadores. Precisamente, desde el sector docente y de la comunidad educativa entendemos que la reducción de liberados sindicales debe ser bastante mayor de lo acordado y así se lo hemos manifestado a la consejera en la reunión de esta mañana; igualmente le hemos remitido un estudio puntual sobre la necesidad de eliminar mayor cantidad de liberaciones sindicales. No precisamos representantes sindicales y menos aún si son liberados del sindicalismo de clase.
¿Qué han conseguido? Nada de nada ¿Para qué queremos sindicatos de clase? ¿Acaso van a los centros educativos y a las empresas a resolver los problemas de los trabajadores?. En lo que se refiere al profesorado y a los centros educativos, tan solo atienden a los docentes aquellos sindicatos profesionales que carecen de prebendas del Estado o de la comunidad (ANPE, STEs, ASPES…) Doy fe que los de clase (sindicalismo vertical unificado –FETE-UGT y CC.OO.– solo acuden en vísperas electorales.
¡A trabajar, señores, que es lo que toca para levantar España! ¡Ya está bien de levantarse a las 11 de la mañana y llenar de gente el ‘burdel’ sindical a diario! Déjense de decir estupideces sobre el neoliberalismo que, dicho sea de paso, es lo que nos sacará del caos generado por el denigrante y embustero socialismo. Deberían aprender de la doctrina y del pensamiento de Goethe, en el sentido de tener claro que «obrar es fácil, pensar es difícil; obrar según se piensa es aún más difícil».
