Olvidan quién es la víctima

Con el apoyo de las feministas a Mónica Oltra queda demostrado el nivel de pensamiento y sentido común de los nuevos «bárbaros» de la política.

Remedo de Mónica Oltra tras dimitir de todos sus cargos en el Ejecutivo valenciano y en las Cortes. Rescatado de «Cosas de una bailarina»

Por Jesús Salamanca Alonso / Nada de cacería política, ni de persecución ultra. La misma cantinela de siempre y los mismos mantras de la siniestra delirante. Veo que la indecencia no tiene límite: sabía que la vicepresidenta y la ministra de Igual-Da carecían de ética y de valores, pero dar la espalda a una víctima extremadamente vulnerable, menor para más «inri», retrata a ambas y a muchas otras «bocachanclas» que pierden la fuerza por la boca tras la bandera del barato feminismo. Entre ellas incluyo a todas esas que han tenido la indignidad de llamar «valiente» a Mónica Oltra, sin pararse a pensar en los daños directos y en los colaterales. Oltra ha dimitido siete minutos antes de que la echaran y ha salido de la rueda de prensa esputando culebras por la boca, sin que faltaran las pertinentes amenazas «Urbi et Orbe».

La mejor noticia del día ha sido el anuncio de la dimisión de la vicepresidenta del Ejecutivo valenciano, Mónica Oltra. Y lo ha hecho por la presión ejercida sobre ella por Ximo Puig. Oltra ha sido incapaz de proteger nada, ni siquiera a una indefensa menor de 14 años que, en su momento, sufrió el ultraje y reiterados abusos del exmarido de Oltra sin que ninguna «feminista de corral» saliera en defensa de la víctima. ¡Qué bajo han caído estás «personajas» que dicen ser feministas y defender a la mujer!

De las 13 rosas se han quedado en cinco cardos borriqueros (así reza el meme) y dos ya están imputadas por lo que no van a «SUMAR» para el proyecto fallido de Yolanda Díaz, comunista del niño Jesús, próxima a CC.OO. y vicepresidenta primera del Gobierno sociocomunista. Insisto en que Mónica Oltra no es la víctima. Su dimisión es consecuencia de su fracaso y de su irresponsabilidad, así como de sus reiteradas mentiras, además de la trama mafiosa que hilvanó con sus quince funcionarios babeantes. Prefirió proteger al agresor y no a la víctima.  Creía más importante su chapucera carrera política que la defensa de la verdad, la honradez y el sentido común.

Ximo Puig comete un error de bulto si no convoca elecciones antes de las vacaciones de verano. Las empresas demoscópicas demostrarán que los resultados del PSOE valenciano irán empeorando a medida que pase el tiempo. Si Oltra es declarada culpable –ella nunca reconoció la presunción de inocencia a Camps y a Rita Barbera, algo que tuvieron que demostrar los tribunales—la ciudadanía exigirá que reciba todo el peso de la Ley, incluso el cuidado cercano de las presas de Picassent. España entera ha celebrado su dimisión, pero no descarten las calles incendiadas el día que caiga Ximo Puig. Ya ha empezado a contar el inservible e irresponsable Compromís. Incluso, se la tienen jurada desde hoy: tic-tac, tic-tac…

Con el apoyo de las feministas a Mónica Oltra queda demostrado el nivel de pensamiento y sentido común de los nuevos «bárbaros» de la política. Ahora se entiende el odio de esta tropa hacia los hombres, viendo quiénes son sus parejas, «melocotones» y medias naranjas o barraganes. Nunca han conocido hombre que merezca la pena. No descarten que muchas de ellas procedan de la desestructuración familiar y hayan conocido el linchamiento diario de monstruos con nombre de hombre o de mujer.

Todas esas falsas lideresas que asoman su jeta por la política tienen más cara que un saco de perras. No les importa la igualdad, ni los abusos a menores tutelados. Simplemente representan el odio personificado y la maldad. ¿Dónde ha dejado esta gente ese «hermana, yo sí te creo»? No pueden seguir al frente de un ministerio o una institución ni un minuto más. Tendrán que explicar al Tribunal de Derechos Humanos de la Haya por qué dicen NO a la investigación de abusos a menores tutelados en Valencia y Baleares. Bruselas no va a cerrar los ojos a los ultrajes de la siniestra-cambalache, abusiva, irresponsable y desprestigiada.

Aún estoy por oír una palabra de cariño para la menor abusada. Tiene nombre y familia. Se llama Mayte y es importante que lo sepa toda la ciudadanía. ¿Ven ahora el tipo de feministas aborregadas que son? ¿Ven cómo carecen de valores, ética y sentido común? Son las mismas que llaman «valiente» a Oltra por dimitir, cuando deberían llamarla irresponsable o fascista.

¡Que era una niña, joder! Una niña de 14 años.  Los cuidados debe recibirlos la niña, Mayte, hoy mamá joven. ¿Qué tipo de madre puede ser la que felicita a Mónica Oltra por ser «valiente»? A quienes encubren abusos sexuales de niños o violaciones por ser personas de otra raza, hay que desearlos el mismo sufrimiento por el que atraviesan las víctimas. Son miserables cómplices. El daño que están haciendo a la mujer trabajadora, y a la igualdad en general, «personajas» como Ione Belarra, Isa Serra, Irene Montero o Mónica Oltra es brutal, preocupante y miserable. Cualquier mujer de bien debe estar aterrada con gente como esas incautas sin provecho.

Lo de apoyar a una señora imputada por delitos relacionados con abusos sexuales a un menor es propio de miserables, pero lo de pedir que se le agradezcan los servicios prestados es una degeneración de grueso calibre. Todos los políticos de la siniestra, y de la extrema izquierda que están mandando ánimos a Oltra, olvidan quién es la verdadera víctima: Teresa. Para ellos no existe.

Y si los tribunales declaran culpable a la ya exvicepresidenta, ya pueden buscar esas descarriadas una España más grande para correr porque en ésta no tendrán recorrido suficiente.

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