Preocupa el aumento de impuestos al trabajo, el descenso del empleo y las vaguedades para retocar las pensiones. Gobierno e inutilidad son ya una propiedad conmutativa.
Por Jesús Salamanca Alonso / La calle se caldea. Ha costado, pero se va logrando. Los camioneros están hasta el pico de la boina; los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han acabado hartos de abusos, mentiras y marrullerías de Pedro «El mentiroso» y del fundido, Grande Marlasca; Los metalúrgicos van a peor cada día y están olvidados; los agricultores venden por debajo de lo que cuesta producir; los sindicatos andaluces se gastan en putas el dinero que debían entregar a los parados y así, sector tras sector, ve cómo el Gobierno sólo se preocupa de su poltrona y de sus cientos de puestos de inútiles asesores. Nunca, en la época democrática española, habíamos tenido empleos con tanta precariedad y Gobierno más inútil en anchura, longitud y altura. ¡Hay que demostrar al Gobierno «Frankenstein» quién es el depositario de la soberanía nacional!
Gobierno y sindicatos sesteadores se apoyan para sablear a la patronal y poner a los trabajadores a los pies de los caballos, prueba de que no se enteran de la realidad del país y no representan a los trabajadores. Hoy, CCOO y UGT, son un desprestigio para el mundo laboral, unos trincones de guante blanco de guante blanco y evidentes triperos a costa del erario público. Pretenden machacar a las empresas y no ven que éstas están sufriendo. Son claros representantes cómplices del desastre que ha originado Pedro «El mentiroso» y que llevará a los trabajadores a un estado de miseria y debilidad. Créanme que es poco lo que pueda suceder en la calle para los méritos que ha hecho este Gobierno mastodóntico, corrupto, represor, negligente y con más de cien mil muertos a su espalda. Sigue leyendo