Las “residencias de ancianos” han sido auténticos campos de exterminio de nuestros mayores, sin ni siquiera tener el auxilio espiritual de un sacerdote
Por Ramiro Grau Moracho / EL CORREO DE ESPAÑA / Quiénes procedemos del medio rural, y no somos de familias acomodadas, sabemos perfectamente el gran sacrificio que hicieron nuestros padres y abuelos para que pudiéramos estudiar, pagar internados, residencias, colegios mayores, transportes, ropa, etc.
Mis padres, Joaquín y María, se sacrificaron toda la vida para que mi hermano Joaquín, y yo mismo, pudiéramos salir adelante, formarnos y prepararnos para un futuro siempre incierto, etc.
Les doy gracias por ello, y aunque ya están con Dios, siempre les llevaré en mi corazón y en mi cabeza… Sigue leyendo