La avaricia rompe el saco

¡Anda que como no logre ni siquiera mandar en la Oposición…! Ya veremos cómo se paga la hipoteca del chalecito galapagueño.

Las ratas son las primeras en abandonar el barco cuando las cosas vienen mal dadas, pero se llevan todo como en las rafias: política de “tierra quemada”.

Por Eloy R. Mirayo / EL CORREO DE ESPAÑA / Pablo Iglesias deja el negocio familiar que tan buenos resultados le han dado en sociedad con Sánchez, dejando a su pareja para que vigile sus parte, con la pretensión de establecerse por su cuenta en Madrid. Y es que hay que ir preparando el campo para colocar adecuadamente a la prole.

Es lo que tienen como rasgo sobresaliente de su personalidad estas gentes que, siendo tan inútiles, «aterrizan como puedan» con raro tino sobre la parte magra de la política y qué bien les viene, a pesar de que  es conocido que, como huella de su paso siempre dejan como tarjeta de visita, lo que solían dejar los rojos durante nuestra Guerra de Liberación cuando huían despavoridos ante el ataque de los nacionales: lo que se define como «tierra quemada».

¡Qué grandísimo tamaño de ofensa le habremos hecho los madrileños y las madrileñas para que nos quiera tan mal! También pudiera ser que hacer el mal al prójimo y a la prójima entre en su natural forma de ser.

Leer artículo completo

Be Sociable, Share!

Comentarios cerrados.