La impresión de la ciudadanía era que los bueyes que veía eran muy malos para seguir arando y peores para prosperar.
Por Jesús Salamanca Alonso / Llevamos un año que no ganamos para disgustos y sobresaltos. Por estas fechas ya se veía venir la permanente desavenencia entre los socialistas y la parasitaria extrema izquierda. El Consejo de Ministros era un hervidero de despropósitos a los que Sánchez callaba, agachaba la cerviz y seguía adelante. Nunca un Gobierno había hecho tanto daño a su propia nación: no es de extrañar que en un meme se representara a Sánchez y al ‘Coleta’ dentro de un coche militar, a la vez que el primero pedía “disparad, disparad, que el enemigo va dentro”. Sigue leyendo