Embustero con evaluación “Muy Deficiente”.

Su catastrófica gestión durante la pandemia y su distorsionada personalidad no son las más indicadas para gobernar en una comunidad.

Por Jesús Salamanca Alonso / EL CORREO DE ESPAÑA / ¡Se marcha Illa, qué maravilla! Ha sido nuestro ministro durante la peor etapa sanitaria y social que ha sufrido España en las últimas décadas. Con algo más de 70.000 muertos aún se atreve a decir que lo ha hecho lo mejor que ha podido. Además de atrevidísimo es tan mentiroso como su jefe. Ha demostrado una falta de eficacia y criterio a beneficio de inventario. No estaría de más que Sánchez, además de librarse de este estafermo, se librara también de los mediocres ministros de Unidas Podemos que ya son el hazmerreír general.

No hay duda que el ministro de Sanidad ha colaborado en el destrozo de España y, en algunos momentos, su ridículo ha sido mayúsculo o casi tan grande como el que hizo TVE al censurar la bandera de España en el Ayuntamiento de Madrid el día de Nochevieja. Se ha demostrado que se ha dejado llevar por las sandeces calculadas de Iván Redondo, las mentiras y ocurrencias de Pedro ‘Plagio’ Sánchez y los inventos censores y nada profesionales del jefe de prensa de Moncloa. Nadie puede negar que Salvador ha sido el tonto útil de este Gobierno, aunque turnándose con la irresponsabilidad y nulo criterio de Fernando Simón.  Sigue leyendo

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