Podemos quiere acabar con la limitación salarial para sus cargos públicos, una de las propuestas con las que cazaron más votos.
Por Jesús Salamanca Alonso / Con el coronavirus en plena efervescencia, ahora llega Podemos y monta su Vistalegre III. Nunca mejor dicho eso del montaje porque parece que es el momento de desdecirse de la casta, la regeneración del país y acabar con los partidos tradicionales de corte bipartidista. Todo eso va a cambiar: ahora ya no quieren limitar los sueldos, de tal forma que llegue más dinero a sus manos; hay que mantener el casoplón, la tropa y la nutrida red de “abrazafarolas”, asesores, sirvientes, esclavos, aduladores, sumisos, genuflexos y vulgares aprovechados. Y eso cuesta una pasta gansa, sobre todo si se quieren mantener los privilegios que ya se han alcanzado. Y ello con el apoyo interesado y el ruego del PSOE: alguien dijo que siempre tiene que haber un traidor que abra las puertas al enemigo. Y ese es el inconfundible socialismo a la española. Menos mal que se “matarán” entre ellos. Al tiempo. Sigue leyendo