Fiestas de PORTILLO 2017: Homenaje al ínclito Julián Garrote, dilecto amigo.

“Lo importante es que ya te estás recuperando y que te quedan muchas fiestas por disfrutar”

Si bien Julián sigue recuperándose en el hospital de la cornada, en el pueblo está presente durante las fiestas patronales.

Por Jesús Salamanca Alonso / Sirva, ante todo, este comentario cariñoso como homenaje a la ausencia, en estas fiestas de PORTILLO, a Julián Garrote. Ya se encargan de recordárselo algunos de sus amigos, arriba en la foto. Decenas de años ha estado cercano al mundo del toro durante las fiestas de su localidad y, mira por dónde, este año lo ha alcanzado un novillo de los que llevan a las fiestas patronales de Santa María La Mayor, de Portillo.

Sin duda, me sumo a ese homenaje como, estoy seguro, se sumarán todas las personas que tienen aprecio a Julián; difícil no tenerlo aprecio por su forma de ser, su encanto personal y su fácil relación, además de su amigabilidad. ¡Buena gente, siempre! Como notario de ello, doy fe.

A nadie se le oculta que la afición de Julián a los encierros camperos es desbordada. ¡Y encima se lo pasa de tres pares de coj….! A ello hay que añadir la afición que ha insuflado a sus cercanos. Conozco a pocas personas que disfruten tanto de estas fechas tan señaladas para él y para todos los portillanos. Unas fiestas cuyos encierros son los más antiguos de España. No lo duden, pero me comprometí a ser reservado y a dejar que fueran otros quienes descubrieran el documento donde se demuestra que los de Cuéllar son más modernos.

“El día 18 de febrero de 2014, en FACEBOOK, escibíamos que estamos en condiciones de demostrar que los encierros de Portillo son los más antiguos. Téngase presente que la ganadería del Raso de Portillo es la decana de España y los núcleos más cercanos –como las 18 antiguas aldeas que conformaban Portillo– ya hacían uso de las vacadas. Estamos hablando de un documento de 1196”

(Jesús Salamanca, Investigador Nacional nº 34/1982)

Historia al margen, sigamos con recuerdo al amigo, a nuestro amigo, a Julián Garrote. Como todos los portillanos conocen, una cogida de mala suerte ha impedido que Julián esté disfrutando de las fiestas patronales. Teniendo en cuenta que estas cosas nunca se sabe por dónde pueden salir, hemos de dar gracias al destino, pues podemos decir que Julián ya se está recuperando tras la operación correspondiente. Por cierto, si bien está teniendo muchas visitas en el hospital, también es verdad que la gente se interesa por su estado de salud y su evolución. ¿Entienden ahora eso que decía más arriba sobre lo de su amigabilidad, afectividad y bonhomía?

No me voy a extender porque me conozco. No quiero ser pesado. Pero antes de terminar no puedo dejar de recordar las muchas aventuras que hemos pasado juntos todos los amigos del antiguo ÁREA. ¿Te acuerdas, Julián? ¡Manda huevos, lo que nos hemos reído! Si hubiera vivido en nuestra época el Conde de Romanones hubiera vuelto a repetir aquello de: “¡Joder, qué tropa!”. Pues claro, éramos tropa muy bien avenida y hemos disfrutado al máximo todo el tiempo que la juventud nos lo ha permitido. El punto oscuro es que ya faltan definitivamente algunos de los componentes. La vida sigue.

¿Te acuerdas, Julián, de las carreras que nos daba Cáscaras por las picias que hacíamos al anochecer en el pueblo? ¿Te acuerdas cuando, en la bodega de Paquito, os encontró a varios semidormidos y lo agarraste por los bajos? Salió corriendo y echando juramentos de todo tipo. Su exclamación más recurrida fue: “¡Estos chicos están locos, esta juventud no sabe qué hacer!” ¿Te acuerdas cómo nos lo pasamos con el tristemente fallecido, Lolo, y su ‘la hostia’, ‘la hostia’, ‘la hostia’? ¿Y de la forma que tenía de medir las traseras con el periódico, la gorra y los dedos? (“Ocho periódicos, cinco gorras y cuatro dedos”)

Tenemos recuerdos para aburrir al más pintado: cuando íbamos al anochecer a los melonares; cuando cogimos las gallinas del Ayuntamiento; cuando hacíamos “los perrillos” a diestro y siniestro; cuando os poníais pesados con lo de “¡jabones La Toja, el que tenga p… que se lo coja!”.

¿Y los cohetes? ¿Te acuerdas cuando montaban la parafernalia de los fuegos artificiales y quitábamos los cohetes para encenderlos en la peña ÁREA? ¡Joder, qué irresponsabilidad! Me estremezco solo de pensarlo ¡Alguno de nosotros podíamos haber quedado allí! Menos mal que nunca lo supieron nuestros padres porque nos hubieran fundido.

Hoy podemos decir eso de “¡que nos quiten lo bailao!”, pero…..tela. En fin, como decía antes, tenemos vivencias y risas para aburrir aunque también tenemos algún punto de negra tristeza. No voy a decir cuál porque todos lo sabemos. ¿Quién de nosotros no recuerda con zozobra lo acaecido el día después de tu despedida de soltero? Aquello nos marcó en aquel momento y lo hemos recordado a lo largo de los años. Es la fecha que seguimos con aquel recuerdo. Y el que diga lo contrario, miente.

En fin, lo importante es que ya te estás recuperando y que te quedan muchas fiestas por disfrutar. Eso sí, pon un poco de distancia con el toro, amigo. Disfruta de tus nietos, amigos, familia, etc. Cambia el orden según el momento y/o la conveniencia.

Un fuerte abrazo. Te recuerdo que todos estamos pendientes de ti. Ayer nos contó Pedro Alonso que te había visitado en el hospital y que “te dolía todo menos la dentadura postiza”, pero que hoy seguramente te enviarían a casa. Ya sabes, marca en el calendario el año 2017 y bórralo de las fiestas de Santa María La Mayor de Portillo.

Y sobre todo, vuelve a disfrutar de las fiestas. Eres, como tantos otros, un enamorado de las fiestas de Portillo y lo seguirás siendo. No olvides lo que decía Unamuno: “Ubi est tesaurus tuum, ibi est cor tuum” (Donde está tu tesoro, allí está tu corazón). Lo sabes, tu tesoro y tu corazón están en Portillo. De eso podemos — como notarios– dar fe todos tus amigos, familiares y coterráneos.

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