¿Creen que tengo ganas de hacer la declaración de IRPF con la que está cayendo?

Uno empieza a sentir vergüenza y tiene la sensación de que se ha perdido la seriedad y el respeto a la normativa

Con la corrupción que está 'lloviendo', uno se queda con ganas de no hacer la declaración o defraudar cuanto pueda.

Por Jesús Salamanca Alonso / Hay veces que desde la administración educativa mandan a los centros cambiar la contabilidad a su conveniencia, después de haberla justificado y presentado en tiempo y forma, así como habiendo dado informe positivo el Consejo Escolar. Partidas que ingresa la Junta en 2016, te obligan a contabilizarlo en el ejercicio económico 2015, por ejemplo. Y a todo esto, la Consejería de Hacienda mirando al tendido y la inspección de Hacienda brindando al sol. Eso me suena a cambalache. Y ya saben ustedes que se empieza por un cambalache y se acaba en el terreno de la corrupción. Ahí tienen a Bárcenas, Griñán, Chaves y un largo etcétera.

Con ese tipo de imposiciones, los equipos directivos de los centros educativos no saben a qué carta quedarse. Uno empieza a sentir vergüenza y tiene la sensación de que se ha perdido la seriedad y el respeto a la normativa. No me extraña que se empiece por estas cosas pequeñas y se siga por el ocultamiento hasta acabar en paraísos fiscales: léase Panamá y otros. Hoy han salido tres personas más: a alguno de ellos se les llena la boca de “España”, pero esconden sus ‘perras’ donde nadie sabe que están; es más, muchos de ellos y ellas hasta dudan de dónde está Panamá, pero es qu eson entidades bancarias de su confianza quienes les han llevado hasta allí y han asentado su dinero en las “offshore”.

¿Y ustedes creen que tengo ganas de ponerme a hacer la declaración de IRPF con la que está cayendo? Me quedo con ganas de romper papeles, tirar certificados por la ventana y rifar capones entre tanto ladrón como pulula en el ámbito social, político, financiero,….. ¡Hasta Soria y Osborne!  ¡Manda huevos!

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