¡Monumento a la podredumbre en el Carnaval madrileño!

La consigna “Gora Alka ETA” destinada a ser leída y conocida por niños es la catalogación del odio por el odio, el daño por el daño y la cobardía siempre.

Cartel del Carnaval infantil madrileño. Monumento a la podredumbre.

Cartel del Carnaval infantil madrileño. Monumento a la podredumbre.

Por Jesús Salamanca Alonso / Hace unas semanas publicábamos en diversos medios un artículo titulado “Carmenadas”. Ahora sigue estando de actualidad, solo que hay que añadir más insensateces, medidas mediocres y actividades basadas en la falta de respeto a los demás. Todo este tipo de barbaridades tienen su origen en la legislatura en que Rodríguez Zapatero sacó adelante la ley de memoria histórica, aunque de ‘histórica’ tiene muy poco; más bien es ‘memoria histérica’, dado que ha generado numerosos enfrentamientos sociales.

Lo sucedido en Madrid durante el Carnaval infantil es una consecuencia más de la indignidad de esa memoria histérica. Allí donde esté Zapatero no dudo que tendrá dolor de oídos. Manuela Carmena es fiel seguidora de esa mal llamada doctrina que el Partido Popular no ha sido capaz de eliminar en cuatro años, a pesar de contar con el apoyo mayoritario de la población. ¿Y quiere seguir Mariano Rajoy al frente del Gobierno? ¿Existe mayor cobardía que la mostrada por Mariano?

Carmena y sus acólitos se están pasando tres pueblos, pero lo pagarán. Doy fe de que lo pagarán, y no tardando. Ya saben aquello de que quien siembra vientos recoge tempestades. La pena es si todo acaba olvidándose. ¡Hay que ver la cantidad de gamberradas que han cometido los podemitas de Ahora Madrid!. Y todo se olvida como si tal cosa no tuviera importancia. Razón tenía Shakespeare cuando decía que ocurra lo que ocurra, incluso en el día más borrascoso, las horas y el tiempo pasan. A ello habría que añadir eso de que también hacen olvidar.

Esta vez todas las tortas se las ha llevado la tal, Mayer, Celia para más datos. Esta responsable del área de Cultura ya se ha pasado de la raya en varias ocasiones. Entre el cambio de nombres de calles, el desconocimiento de los personajes por parte de los ‘carmenitas’ y este atentado a la infancia –empezando por la estupidez de “Gora Alka-ETA”—el daño se ha extendido como lo hace la pólvora.

El vulgar letrero dando ‘vivas’ a la banda asesina y terrorista ETA, así como a la organización paramilitar, yihadista y terrorista (Al Qaeda) no presagia nada bueno, al igual que dice muy poco en pro de la convivencia. Nunca los de mi generación habían conocido un equipo municipal que, en vez de resolver problemas de los ciudadanos, se dedicaran a incitar a la algarada, al odio y a la sinrazón. Ni Mayer ni Carmena ni el bufón de los chistes negros son capaces de responsabilizarse de la gestión de una ciudad como Madrid. ¡Han caído más bajo que Rodríguez Zapatero en la UE o que Pedro Sánchez en su ambición desmedida por tocar Moncloa!

Cada “carmenada” genera más y más odio entre la población y eso nunca es buen consejero ni buena premonición. El odio es un despilfarro del corazón –decía Noel Clarasó– y el corazón es nuestro mayor tesoro. Me niego a pensar que sea de buena gente idear el letrero ya mencionado. Los mensajes que lanzan y rezan consignas a favor del terrorismo solo pueden proceder de ignorantes, gente de mala fe y mediocres venidos a menos. La consigna “Gora Alka-ETA” destinada a ser leída y conocida por niños es la catalogación del odio por el odio, el daño por el daño y la cobardía siempre.

Ni el Carnaval infantil ni el distrito de Tetuán se merecen una salvajada de ese calibre. Nunca imaginé que el odio infundado llevara a un espectáculo tan dantesco, en el que llega a representar “el ahorcamiento de un juez, el apuñalamiento de un policía y la crucifixión de una monja”. Tales barbaridades siempre las estudié referidas a la ultraizquierda de febrero de 1936.

Todo ello ha terminado por poner a la concejala del equipo de Manuela Carmena contra las cuerdas, mientras los partidos de la oposición reclamaban «depurar responsabilidades» de inmediato. El PSOE, que es quien apoya a Manuela Carmena, debería hacérselo mirar; no merece apoyo de ningún tipo quien denigra a sus semejantes: lo mismo me da pensar en las “meonas” que ultrajaron la catedral de Buenos Aires, que en el ‘asno’ de los chistes negros (Zapata) o en las amenazas que profiere a diario y continuamente el mundo podemita en las redes sociales, a través de “trolls” y de “bots”.

Lo de dar explicaciones por parte de Carmena y Mayer me parece bien, pero es motivo para dimisiones. No es suficiente con cesar a los programadores que contrataron la obra, porque detrás estaba la propia concejala y dio su visto bueno. Los concejales de Ahora Madrid ya empiezan a actuar como los dirigentes fascistas de Venezuela: ellos nunca tienen la culpa; son los demás quienes actúan mal. ¡Fíjense ustedes hasta dónde llegará la estupidez de la ministra de sanidad venezolana, que ha llegado a afirmar que “la crisis de la pasta de dientes en los supermercados se debe a que hay gente que abusa y se cepilla tres veces al día” ¿Se acuerdan? ¡Para echarse a llorar, para correrla a gorrazos negros o para hacerla los ‘perrillos’!

¿Qué es lo que procede tras la barbaridad del espectáculo? Pues miren ustedes: dado el carácter inapropiado para un público infantil y ofensivo para la población adulta, Mayer debe dimitir o ser cesada por la incompetente, mediocre, ‘indigente intelectual’ y embustera, Manuela Carmena. No me parece ético que los infantes vean cómo se viola a una bruja o se vitorea a ETA; en ambos casos es un atentado a la dignidad y un sucio monumento a la podredumbre, pero también en las demás representaciones de odio y resentimiento.

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