La conjura de los necios

Por Xavier Carrió.- A cada nuevo plante, protesta o insumisión protagonizado por los rectores y ahora por los partidos políticos de la oposición, me cae mejor el ministro de Educación José Ignacio Wert. Ayer tuvo la prudencia de no entrar al trapo de todo lo que se le dijo que no eran más que meras provocaciones para que soltara todo aquello que muchos estamos pesando. Uno tiene la impresión que tiene razón su proyecto para modificar el desastroso estado educativo de nuestro país a todos los niveles podría ir bien encaminado y que nadie quiere ponerse a discutir estos posibles cambios sino que todo son las constantes descalificaciones contra este ministro que por lo menos ha demostrado valor al atreverse a poner esta cuestión encima la mesa.
El ministro se ha metido en un campo exclusivo de los partidos nacionalistas y de izquierda lugar donde se puede manipular las conciencias de los jóvenes para llevarlos a sus intereses y que están alarmados al ver amenazada la preeminencia del espíritu del terruño y el monopolio de la gramática de la aldea en las aulas. Más de treinta años sin control de lo que se imparte en las aulas llevan a esta situación. Ya lo dijo ayer uno de los nacionalistas que sobreactuaron en el Congreso “Aunque pongan un guardia civil en cada aula podrán salirse con la suya” otro que el lamentablemente en los recreos se oye hablar en castellano, muy a pesar suyo”. A Durán y LLeida le traicionó el subconsciente.
Me podría extender sobre la desfachatez y las mentiras de los nacionalistas, que presentan como un «ataque al catalán» lo que, en realidad, es una tímida defensa del derecho a estudiar en español, lengua materna de más de la mitad de los catalanes y única que todos ellos comparten con el resto de los españoles.
Yo creo que lo fundamental no es el idioma con que se imparte la enseñanza en cada lugar, que también, sino el grado de lavado de cerebro impartido, que ningún adulto con cierta memoria o formación podría resistir. Todos hemos visto como niños de nueve, diez u once años se manifiestan en clase con clarividencia sobre una posible independencia o sobre macro economía, cuando éstos apenas han logrado realizar las operaciones matemáticas más simples o ligar una frase en cualquier redacción. Para la izquierda es primordial que todos lleguen igualados a la meta, tomando la igualdad no como inexcusable punto de partida sino como resultado final. Así tenemos el nivel que tenemos en educación ante países mucho más atrasados que el nuestro.

La reunión “urgente” de los partidos nacionalistas más el PSC en Cataluña, excluyendo al PP y Ciudadanos y la exagerada llamada a la insumisión que salió de la misma, parece mas bien un desmesurado interés por parte de Artur Mas en poner el foco sobre este tema para que no se hable de su fracaso en las elecciones y los cada vez más numerosos casos de corrupción protagonizados por su partido. En ningún momento he visto a alguno de estos señores sobre – enfadados que haya intentado hablar o discutir con el ministro sobre los puntos de la proyectada reforma…, solo descalificaciones y… ruido, mucho ruido…

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