Daño brutal de Herrera Campo a Castilla y León

Tanto Castilla como León precisan, con urgencia, recurrir al Fondo de Liquidez Autonómica pero el presidente de la Junta no entiende el significado de esa necesidad. Una necesidad que debería conocer, más que de sobra, la  consejera de Hacienda y cuya torpeza le está metiendo a Juan Vicente Herrera Campo en un verdadero problema que puede dar lugar a un delito a largo plazo, por dejadez y desidia. El caso es que casi todas comunidades van a recurrir a ese Fondo para mejorar los servicios a su ciudadanía pero la Junta de Castilla y León pasa de la ciudadanía, se mofa de ella y la tiene abandonada por incompetencia política. Ejemplos sobran. Incluso, en el caso de los funcionarios, ‘pierden el culo’ por sancionarles si llaman a las cosas por su nombre. Lo dicho, pura incompetencia, mala fe y temor a que les molesten en sus despachos. A partir del 18 de noviembre contaremos cómo la Junta de Castilla y León expedienta a sus funcionarios por aportar pruebas de corrupción, efectuar sugerencias, criticar por escrito sus políticas,…. Lo más grave de todo es que lo pedía el propio presidente. Ya falta menos, dejen que pasen unos días.

En Castilla y León sucede lo contrario que en la comunidad de Cantabria, donde su presidente -e incluso el propio alcalde de Santander– son conscientes de la necesidad de su comunidad de recurrir al FLA. Un ejemplo evidente de buen hacer, de responsabilidad y de eficacia lo ha demostrado el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, quien ha dejado a la ciudadanía cántabra un mensaje de tranquilidad, incluso ha explicado a los contribuyentes que acudir al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) no implica «ningún recorte ni ajuste añadido». La explicación viene a cuenta por la eficacia del actual Gobierno cántabro frente a la dejadez, la desidia y la desastrosa gestión financiera del anterior Ejecutivo del PRC-PSOE.

Diego ha informado a los medios de comunicación que la solicitud de 137,2 millones de euros al FLA no supone «rescate ninguno y únicamente es una aportación de tesorería que está prevista en los presupuestos regionales». En una palabra: «no implica más gasto».

Pero esa claridad mostrada por la comunidad de Cantabria es imposible en Castilla y León: aún existe demasiada torpeza en el propio presidente Herrera Campo y en sus asesores para llamar a las cosas por su nombre. ¿Entienden ahora por qué no hay profesorado para las sustituciones en Castilla ni en León? ¿Entienden ahora por qué hay ‘navajazos’ entre el actual rector de la Universidad de Valladolid y el anterior? ¿Entienden ahora el abandono de los centros públicos en cuanto a gastos de funcionamiento? ¿Y entienden el temor del actual consejero de educación, a quien venimos pidiendo que se marche por exceso de incompetencia, desidia y mala fe?

¿Comprenden ahora la torpeza de la consejera de Hacienda de Castilla y León y sus ganas de marcharse de la Junta? Bien es verdad que en respuesta a esta última cuestión deberíamos preguntarnos por dónde tienen cogida a esta señora para que no se atreva a dar el paso y decir ese «adiós» que repite una y otra vez a sus cercanos y confidentes. ¿Cuántos cientos de millones de euros ha hecho perder esta señora a Castilla y León con el abuso desorbitado y el esperpento que supone el ‘céntimo sanitario’?

¿Acaso hay miedo a que salgan a relucir daños, perjuicios, delitos, fraudes, mala gestión, peores intenciones, degradación,…? No se asusten…. todo a su tiempo, de momento no denunciamos nada, aunque podríamos hacerlo por contar con los medios necesarios para ello.

Jesús Salamanca Alonso

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