Vergonzosa bajada de pantalones.

Hoy he leído un artículo magistral sobre la ‘patada en el trasero’ que Mariano Rajoy pretende dar a las Asociaciones de Víctimas del Terrorismo y, por añadidura, a la ciudadanía en general. Ese artículo es de Ana Iríbar, la esposa del siempre admirado Gregorio Ordóñez. Desde nuestro punto de vista es inentendible el giro que ha tomado la política antiterrorista de Rajoy, pasando del control férreo a la banda terrorista ETA y otros movimientos semejantes a dar facilidades de todo tipo en un acto de sumisión, genuflexión, vergüenza y ridícula postración. Ese es el motivo de que Rajoy nos tenga en contra desde hoy y ahora: decía un amigo nuestro que “tontos los ha habido siempre pero los tontos de mantequilla hacen excesivo daño”.

Créanme que no tiene desperdicio el artículo de Iríbar porque llama a las cosas por su nombre. Jamás se le hubiera pasado a José Mª Aznar maltratar y humillar así a las víctimas del terrorismo y mucho menos infravalorar la conciencia de la sociedad española. Ahora entendemos que muchos dirigentes políticos de Castilla y León digan que “Mariano Rajoy es un patas”; lo peor de todo es que es su propia gente quien lo manifiesta y lo difunde a diario, aunque después actúen como San Pedro, a la hora de negar. Decía Fedro que “la temeridad puede ser buena en unos pocos; en muchos es cosa funesta”.

Algo parecido ya ha dicho Mayor Oreja. Cada vez somos más los que no creemos en Rajoy; algunos ni siquiera creíamos antes y no hemos creído nunca: os remito a mi artículo del Diario El Mundo-Diario de Valladolid, cuyo título era: “Rajoy, estorbo político”. El tiempo acaba dando la razón, a veces, y poniendo a cada uno en su sitio. Éste es el caso.

Estar en el mismo lado que Mayor Oreja, Ana Iríbar, Ortega Lara, Pagazaurtundúa, Rosa Díez,… es tener la sensación de estar en el lado acertado. Y si el actual ministro de Interior fuese una persona cabal — incapaz de ‘babear’ por Rajoy ante el sueldo ministerial — también estaría a nuestro lado. Él sabe por qué lo decimos. La mejor palabra es la que queda por decir, pero es la que más daño hace y la que hace retorcerse a uno con el tiempo.

Como decía un diario digital de máxima expansión y lectua, como es DIARIO LIBERAL: “Para congratularse con el PSOE, ha puesto en marcha (Mariano) un plan integral y vergonzoso para la reinserción de presos terroristas de toda índole. En España hay más de 500 presos etarras, cerca de 30 ‘grapos’, unos 50 islamistas y 400 internos por crimen organizado. Increíble”.

Señor Presidente: Juramos por nuestra conciencia y honor, cumplir y hacer cumplir las sanciones que a usted le imponga la sociedad española por la traición y el daño cometidos contra el Pueblo Español. Y como añadido: Juramos por esa misma conciencia y por ese mismo honor supra citado, que a diario tendrá usted su ración de ‘caña’, ‘leña’ o ‘meneo’ en nuestras diarias colaboraciones periodísticas hasta que entre en razón. No siempre el tonto conocido es el más tonto; a veces hacen más daño quienes menudean por los alrededores. De ello doy fe, Mariano.

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2 Respuestas a “Vergonzosa bajada de pantalones.

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