Todos los centros educativos de la Comunidad reciben libramiento de fondos para sus gastos de funcionamiento. Hasta aquí, nada fuera de lo común, salvo que la Junta de Castilla y León no es capaz de cumplir su propia normativa, con lo que se convierte en la empresa ‘tonta útil’ que más daño hace a la propia Comunidad que la mantiene.
Lo que sí llama la atención es que en 2003 la entonces Consejería de Presidencia y Administración Territorial publicó una Orden regulando el régimen jurídico de la autonomía en la gestión económica de los centros docentes públicos no universitarios. Claro que, pensándolo bien, sirve de poco esa regulación desde el momento que regula la justificación de los gastos, mientras que la realidad es que no dota de dinero a los centros educativos. Si no se puede gastar por falta de liquidez en los centros, no sé qué gastos pretenden que se justifiquen. Acabará el profesorado sin cobrar, ya lo verán. La calefacción de los centros habrá que encenderla a voces y la luz con palmaditas; en su día ya se adelantó, Miguel Gila, al llevar al niño al colegio y calentito desde casa.
Esa orden que hoy nos ocupa y que tanto ridiculiza a la actual consejera, también dice que los libramientos de los gastos de funcionamiento se efectuarán antes del 1 de marzo y del 1 de noviembre de cada ejercicio económico, pero… nada de nada. Ha pasado el 1 de noviembre y los centros educativos no han recibido el segundo libramiento en la cuenta corriente operativa de cada centro. En el ejercicio económico de 2010, el segundo libramiento se recibió el 31 de diciembre; eso es una prueba de la negligente gestión que caracteriza a la Junta de Castilla y León en buena parte de los temas que le competen.
Lo que es más grave es cuanto nos dicen desde la Tesorería General de Hacienda: no se recibirá el segundo libramiento porque no hay dinero. Eso es condenar a los centros al cierre y a no pagar a los proveedores. Es decir, la Junta de Castilla y León fomenta el cierre de empresas en la Comunidad. ¿Se puede ser más incompetentes e insensatos? ¿Puede un Gobierno regional reunir mayor desvergüenza en su seno? Y sin embargo, la ciudadanía acaba de dar un cheque en blanco al Partido Popular para que lo utilice como quiera. ¡Para echarse a temblar!
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