Sospechas que dejaron de serlo.

Por Ignacio Fernández Candela.- Este facineroso es el peor criminal que ha tenido España en mucho tiempo. La trama de las confusiones de los explosivos está acorde con el oscurantismo repetido durante estos años. RuGALcaba fue la cabeza visible de aquel golpe de estado que sobrevino con una matanza de la que aún no se sabe la autoría intelectual, aunque ya es más que sospechosa la implicación de Zapatero y los secuaces más próximos, habida cuenta de que zETAp ya llevaba entrevistándose con una banda terrorista tres años antes de la masacre.

No es casual que desapareciera este químico que fue la cara conocida del golpe, para reaparecer después y pagar a ETA los favores prestados en aquel juego de trileros donde los islamistas- la célula creada «ad hoc» por confidentes de la policía- fueron el chivo expiatorio. Si alguien sabía de la importancia de las confusiones del explosivo usado, ése era el químico que muy seguramente tuvo peso específico para que se destruyeran los vagones y con ellos las pruebas. No fueron casualidades las dos caravanas de los explosivos y que una de ellas tuviera un accidente para concitar la atención del Ministerio del Interior del PP. El cambiazo estaba programado y el 11-M seguramente planteado años antes durante esas conversaciones que son la evidencia de una complicidad pro el empeño de favorecer a los asesinos etarras. Nos encontramos ante un auténtico demonio sin conciencia, al servicio de la mentira como premisa de ejercer una política estalinista donde la moral no existe en busca de intereses inconfesables. Estos criminales lo son tanto en evidencia por sus obras e intencionalidades. Han pagado silencios con el saqueo de los españoles y siguen practicando un recorte de libertades para dejar en absoluta indefensión a los ciudadanos que no reaccionan ante tantos atropellos.

Lo peor está por llegar y siempre estos majaderos están un paso por delante ante el asombro de los afectados. La mente retorcida de este majadero no posee límites y están maquinando mayores programas de disolución puesto que no pueden perder ese poder por el que se asesinaron a 192 inocentes, a sabiendas de que no hay vuelta atrás. España está en manos indisimuladas de asesinos, criminales, estafadores de masas y totalitaristas con manos bañadas en sangre. Nuestra realidad supera a la ficción y este personaje siniestro solapa lo que no debe descubrirse porque implicaría conocer el porqué de esas actitudes malignas que han provocado tanto daño premeditado contra un país tomado como experimento social para ser destruido por método de implosión y cuyos primeros fuegos estuvieron en aquel 14-M del que ruGALcaba sabe muy bien de los pormenores si no de la intelectualidad del atentado.

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