Marcha pro presos de ETA en Bilbao (8 de enero)

Pensé que habíamos espabilado y que las tropelías de la banda nos habían hecho madurar con el tiempo y los respectivos engaños. No parece que sea así. Tal vez la ciudadanía sí haya madurado, aunque muchas de las llamadas instituciones democráticas y algunos elementos de la Justicia, aún me mantienen en la duda, con fundada preocupación y la mosca detrás de la oreja. Todo ello porque se ha vuelto a permitir una manifestación a favor de los presos de ETA, donde se alabará a la banda terrorista y sus acciones, además de ‘glorificar’ al brazo armado del mundo abertzale.

Estaba convencido que no se permitiría tal atropello desde la Audiencia Nacional. Hubiera jurado que no queda un solo juez irresponsable. Al menos así lo creía. Naturalmente que he dejado de creerlo cuando he visto que el tal Pedraz vuelve a las andadas. De nuevo se equivoca este personaje ‘estrella’, fiel imitador del ‘estrellado’ Garzón, al menos en las formas.

Por mucho que inste al departamento de Interior del Gobierno vasco y a la policía autonómica a evitar la comisión de actitudes delictivas, será momento propicio para ensalzar a ETA y vociferar contra los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. No hay más que esperar para comprobarlo. Eso sí, los ‘valientes’ se esconderán tras su propia cobardía y, posteriormente, en los ‘txokos’ quemarán banderas españolas, efigies de personajes políticos y tal vez de la Monarquía, como se suele hacer en la post-fiesta de esas ridículas farsas, con nombre decorado de «marchas», que se inventan  Askatasuna,  Etxerat y demás ‘ONGs’ del entorno etarra.

«No hay base para apreciar que tras la convocatoria se encuentre ETA u otra organización terrorista a ella asimilada, ni aún que se pretenda una exaltación de las mismas o sus métodos ni de sus autores», ha manifestado el magistrado, a instancias de la Fiscalía. Por lo visto se reunirán las organizaciones abertzales para tomar churros con chocolate o hacer una fiesta campestre. No sé si de nuevo nos toman por tontos,  aunque creo que desde hace tiempo somos los ciudadanos los que nos sentimos desamparados e indefensos ante tanta estupidez mal entendida, o simplemente porque se actúa con poca o nula valentía. Siempre pensé, y lo sigo pensando,  que la responsabilidad iba en el sueldo y en el cargo. Algunos aún no lo tienen claro del todo.

No nos cuenten milongas a estas alturas con eso de que no se aprecia ni entiende que la marcha pueda conllevar «descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas». Y la prueba de que quien así piensa está en un error de bulto y de fundamento es que la prohibición de esa manifestación ha sido solicitada en tiempo y forma por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Dignidad y Justicia (DyJ) y Voces contra el Terrorismo (VCT). Estas tres organizaciones han utilizado el mismo argumento. Y ese no es otro que tal celebración supone un claro y manifiesto enaltecimiento de las actividades delictivas de la banda.

¿Otra prueba del error del magistrado y del fiscal? Pues muy sencillo: la marcha cuenta con el apoyo y la asistencia de formaciones como Eusko Alkartasuna, Aralar, Batasuna, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna (AB). Como ven, ninguna de ellas tiene entre sus objetivos el ocio positivo ni la ayuda al prójimo, aunque sí corearán el acercamiento de los presos etarras, el perdón para ETA, la bendición para la inexistente Euskal Herría y el mantenimiento de por vida a quienes tanto daño han hecho a la sociedad vasca y, en general, a la nación española. Y todo ello con el lema: «los presos políticos vascos al País Vasco con todos sus derechos. Demos un paso adelante». Juzguen ustedes.

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