“Adeu Tripartit”

Ayer en los resultados de las elecciones de Cataluña se produjeron varias cuestiones, no por previsibles sí  contradictorias sobre el estado de la “nació”. En primer lugar la gran abstención que se preveía no se llegó a plasmar al final y la participación superó los comicios anteriores observándose que la sociedad catalana no estaba tan dormida como parecía, aunque fuera para mostrar su hartazgo con los que hasta ahora eran  los inquilinos del Palau de la Generalitat.

La victoria de CIU con Artur Mas a la cabeza le devolvió a la mayoría natural catalana el gobierno de la región que estaba secuestrada por un Tripartito que tiene que  volver a tomar la iniciativa de la salida de España de la crisis. Aunque no pudo conseguir la mayoría absoluta con los 62 escaños podrán gobernar sin obstáculos, pactando con hasta cuatro formaciones según les vaya conviniendo, durante toda la legislatura. Previsible y merecido ha sido el desastre de ERC que con sus imposiciones y salidas de tono, tanto en Catalunya como en el resto de España,  ha conseguido colmar la paciencia de sus votantes y pasa de 21 a 10 los escaños.

Espectacular ha sido el descalabro del PSC que de 37 diputados pasa a 28, (los peores resultados de su historia). Este es el reflejo de una política desilusionante de Montilla en el tema económico y que fue un pelele en los temas identitarios e idiomáticos que le planteaban sus socios de ERC cada vez más radicalizados y llevaron a cabo los últimos 8 años. Esto tendrá graves consecuencias dentro del partido en Catalunya, que de momento ya se ha cobrado la primera víctima:  el propio Montilla dejará la dirección del mismo.

Este resultado se puede trasladar perfectamente al resto de España y apunta al previsible descalabro del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales próximas y posteriormente las nacionales. Rodríguez Zapatero debería reflexionar sobre si debe dejar que los ciudadanos sigamos aguantando sus ocurrencias y engaños y puedan manifestarse antes de marzo de 2012 en una cada vez más deseada convocatoria anticipada de elecciones generales.

El buen resultado de PP al recuperar con 18 escaños,  el mejor resultado obtenido por Vidal Cuadras, les ha dado una inyección de optimismo de cara a una previsible victoria de Rajoy en el resto del país para las elecciones generales, aunque siguen las dudas de su electorado sobre su capacidad de liderazgo y su programa en un momento que será necesario tomar decisiones francamente complicadas.

El paso de Tripartit ha dejado una estela de partidos independentistas cuya representación más pintoresca con el ascenso de Laporta con 4 diputados al Parlament. Tanto Ciutadans con 3 escaños  como Esquerra els Verds con 10, han seguido con una representación parecida a la que tenían en las anteriores elecciones. La mayor incógnita será el camino que tome la deriva separatista que se ha ido gestando estos últimos años gracias al Tripartit, y a la connivencia de Rodríguez Zapatero y el desarrollo del Estatut que quiere seguir profundizando el candidato ganador, Artur Mas.

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