Los socialistas están muy acostumbrados a intentar convertirse en victimas con cualquier salida de pata de banco de algún miembro del PP, del que piden su destitución después de desplegar convenientemente su victimismo e indignación por los medios de comunicación.
Hasta aquí nada fuera de lo normal para cualquiera que conozca las tretas de los socialistas, aunque sigue cabreando ver como muchos mal llamados “periodistas”, no tienen la mínima intención de recordar hechos similares y más graves protagonizados por los socialistas, y por los que hasta el día de hoy no han pedido disculpas, no han rectificado, y por supuesto, por los que no han destituido o cesado a nadie.
Es por ello que en estos días solo se habla de la tontería que se le ocurrió al Alcalde de Valladolid, Francisco Javier León, que en declaraciones a Onda Cero dijo de Leire Pajín las siguientes cosas:
«Ya lo que clama al cielo es lo de la ministra de Sanidad y Política Social, la Leire Pajín, que es una chica preparadísima, hábil, discreta, que va a repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya y que va a ser la alegría de la huerta».
«Cada vez que veo los morritos de Pajín pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí».
Evidentemente la metida de pata fue monumental, aunque creo que no por el sentido de la primera frase, ya que refleja el comportamiento no solo de Leire Pajín, si no del partido socialista en general. La segunda frase es la que considero fuera de lugar, ya que la crítica entre adversarios políticos debe ir encaminada al terreno de la valía o no del oponente, pero nunca a su aspecto físico por muy revelador y evidente que este sea, para eso ya están los medios de comunicación o los que criticamos la política diariamente.
Aclarado este aspecto es cuando viene la crítica hacia el PSOE, que como es habitual se la ha ganado a pulso debido a su cinismo, manipulación y al tratarnos a todos como imbéciles. Pretende Pepiño Blanco que crucifiquemos al Alcalde de Valladolid por esas palabras por las que ya pidió disculpas, y esa petición la hace desde el cinismo del que pide justicia sin haberse arrepentido y pagado por sus fechorías.
El justiciero de Pepiño Blanco tuvo la desvergüenza de criticar el abrazo cariñoso entre la familia de Miguel Ángel Blanco,( victimas del terrorismo), y Jaime Mayor Oreja. A día de hoy no ha pedido disculpas y no ha sido cesado.
El justiciero de Pepiño Blanco se metió con un poliomielítico por asistir a una manifestación en silla de ruedas, aun podemos ver en su blog la evidencia, pero todavía no se ha disculpado ni ha sido cesado.
Joan Canongia, perteneciente al PSC, le llamó «maricón» en el Congreso a Mariano Rajoy y todavía no ha pedido disculpas ni le han cesado, su disculpa es que le había llamado cabezón.
Mario Jiménez, Secretario Provincial del PSOE y portavoz socialista en el Parlamento Andaluz, llamó golfos e Indecentes al alcalde y miembros del ayuntamiento de Moguer. A día de hoy no ha pedido disculpas ni ha sido cesado.
Pedro Castro, Alcalde Socialista de Getafe y Presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, llamó “tontos de los cojones” a todos los votantes del PP, ni ha pedido disculpas ni ha sido cesado.
La socialista Elena valenciano llamó feo a Monseñor Munilla, a día de hoy no ha pedido disculpas ni ha sido cesada.
El socialista Jesús Eguiguren fue condenado a 17 días de arresto por pegar a su esposa, el maltratador no solo no fue cesado, si no que fue ascendido en el partido.
Podíamos seguir citando casos en los que miembros del PP han sido insultados y vejados por los socialistas y en los que no solo no se han disculpado ni han sido cesados, sino que además han contado con el apoyo y la complicidad del partido y del Gobierno.
¡Ya está bien de tomarnos a todos por imbéciles y de su falso victimismo!, no van a conseguir despistar a nadie excepto a su rebaño.
*FUENTE: caballerozp
