Fracasa "la Trini" y avergüenza a Zapatero.

Ha fracasado de nuevo. Fracasó Trinidad Jiménez en su intento de neutralizar a Ruiz Gallardón en Madrid y ha fracasado, de nuevo, en su intento de hacerse con  la FSM. Trinidad Jiménez, todavía ministra de Sanidad y procedente de la derecha andaluza más rancia (con ‘taparrabos‘ socialista) representa el fracaso por el fracaso, la indignidad por la indignidad, la tropelía por la tropelía y la insensatez por la insensatez. Nunca un ‘cencerro‘ tan osado como ella había intentado atropellar la democracia y la dignidad.  Siempre pensó que Tomás Gómez era un ‘asaltapatrias‘ sin derechos y un estúpido integral. Trini ha calculado mal su propia estupidez, sin saber que ésta era máxima. ¡Hay que ser rácana para menospreciar al adversario! ¡Hay que ser atrevida para ser como es! Y «La Trini» lo es, y más.

Hoy se la ha tenido que envainar «La Trini». Ha sufrido una derrota sin igual. Es el fin de su carrera política y la escenificación de la ridiculez más amarranada, así como el pasacalle del Zapatero más tonto, pero tonto-tonto, que ha parido la Historia del socialismo; incluso más fraudulento que el Zapatero gótico-esperpéntico de hace ahora un año. Y ahí tienen la prueba; tras el conocimiento de los resultados, los socialistas madrileños han gritado eso de «¡Zapatero, ese leonés, hijo p… es!», «Zapatero, patatero», «¡Hijo p…, cabrón, de aquí al paredón!», «¡Trini, gorda, te quedas sin andorga!».… Nunca el socialismo había caído tan bajo. Jamás la estupidez se había constituido en bandera. El socialismo es lo que es, y no vale darlo vueltas. El eterno parricida se ha cobrado otra víctima: Trinidad Jiménez.

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