Por Xavier Carrió Jamilá.- Los ciudadanos se enfrentan el próximo miércoles 29 de septiembre a un duro dilema. Si van a asistir a la Huelga General convocada por los sindicatos UGT y CCOO. Tres meses después del fracaso de la negociación entre los «Agentes Sociales» y el Gobierno para modificar el nuevo marco laboral y de que Zapatero asumiera con su Ley descafeinada se está preparando los servicios mínimos para la HUELGA GENERAL que ellos necesitan para reafirmarse y la que nadie desea ir y que no tendremos mas remedio que soportar.
Para ello, Gobierno y Sindicatos han pactado unos servicios mínimos que les permita salvar la cara salir en la tele como ganadores y dar la impresión que se hace algo. Cuando la mayor parte de la ciudadanía no parece dispuesta a seguir esta huelga no es razonable que circule menos de un tercio de los trenes como ha pactado Pepiño Blanco, que parece que él sea quien encabece los piquetes, con Cándido y Toxo de guardaespaldas, dispuestos a impedir que la gente pueda acudir al trabajo. Eso sí, pactaron los problemas para Madrid contra Esperanza Aguirre que los ha puesto firmes con el tema de los liberados. Desean, simplemente, la foto de una ciudad paralizada para enseñar en las cadenas internacionales de TV en su telediario, pero sin que se desmadre el asunto.
Ni que decir de Díaz Ferran, el Presidente de la CEOE, con ERES, huelgas y manifestaciones de los trabajadores dentro de sus empresas y empapelado por todas las instancias judiciales de este país, no es quien pueda representar a los empresarios dentro de la fallida negociación. Todos estos sujetos amarrados por el dunero que reciben del Gobierno tendrán que currar al menos este día.
También los actores de la ceja han decidido detender la maquinaria del cine español con todo lo que ello acarrea en términos de empobrecimiento de la cinematografía a escala planetaria. Un día sin rodajes de películas o series españolas es un estrago cultural del que tendremos que reponernos echando mano de nuestra reciedumbre de espíritu. Y con toda la caradura nos dicen que la huelga no es contra el Gobierno, ¿entonces contra quién?. Está claro que ellos ven peligrar las generosas subvenciones que reciben. Ahora bien, ya que hemos de pasar por ese trance, los contribuyentes exigimos al Gobierno que descuente a los actores la parte proporcional en la próxima tanda de subvenciones. Si viven como funcionarios, que lo sean con todas las consecuencias.
No cambiará nada en este país y el día 30 estaremos un poco más pobres y cabreados contra el Gobierno y estos agentes sociales que no son más que garrapatas adosados al presupuesto y tendremos la sensación de que nos han tomado el pelo nuevamente. (…).
La única huelga deseada por el pueblo español, que debería haberse hecho hace tiempo, sería contra estos apesebrados políticos y sindicales que despilfarran nuestro dinero y están manchando las instituciones, devorando con fruición el producto del trabajo de los agobiados españoles. Veremos lo que duran unos y otros representando esta comedia surrealista, porque algún día se va a destapar esta ficción.
Mientras los políticos actuales estén ocupando los sillones del poder y no se modifiquen de raíz los llamados «Agentes Sociales», que ya no representan la realidad y solo luchan por su permanencia personal, este país no saldrá de la crisis.
