Después de una ardua investigación, hoy podemos demostrar que Juan Vicente Herrera no dice más que ideas acomodadas a la nada y habla de cara a la galería. Sirva como ejemplo el hecho de pedir a sus fieles que salgan a la calle y conozcan los problemas de la ciudadanía, en tanto que esos fieles le hacen la peineta permanente y se mofan a sus espaldas.
Suele atacar a José Luis Rodríguez Zapatero, y lo hace tras cada una de sus intervenciones, pero siempre se queda a mitad de camino entre lo que pretende y lo que exterioriza. Es más, es un presidente autonómico de los que ‘se bajan los pantalones’ inmediatamente.
Tan pronto como ZParo ha publicado en el BOE la rebaja del sueldo a los funcionarios, a ‘Juanvi’ Herrera le ha faltado tiempo para hacer lo mismo. Estamos ante un presidente acojonado y, entre sus fieles, suelen hablar de un ‘chorrapelada‘ llegado de Burgos por designación dedocrática de Juan José Lucas. Y vamos más lejos: sus fieles hablan de Herrera como presidente de la Junta de Castilla y León y ‘Marqués de Chorrapelada‘.
No solo no se entera de lo que sucede a su alrededor, sino que hemos llegado a la conclusión de que le sucede lo que al abuelo ‘Patxi’ (Francisco Franco). Mientras que los Gobernadores Civiles del abuelo lo conocían todo, el torpe del abuelete no se enteraba de lo que valía un peine. De ahí que los falangistas que alumbraron esperpentos como De la Vega, Bono, Rubalcaba y el ex ministro Bermejo, entre otros, nacieran presuntamente ‘limpios‘, cuando sus progenitores estaban pringados hasta las cachas de fascismo y francofalangismo.
Pero ese no era el tema. Nuestro consejero de Educación en Castilla y León, además de ser un político de baja alcurnia y de tercera división, ni siquiera ha sabido rodearse de equipos preparados y eficaces. De ahí que pasen días y días sin profesores en los colegios, institutos y centros diversos.
Cada vez que hay una baja del profesorado, los directores de centro tiemblan, porque conocen la ineficacia, la desidia, la memez y la estupidez de quienes rodean al consejero de educación de la Junta de Castilla y León. Además de su demostrada incompetencia, pasan de sus deberes y de sus obligaciones. Pasan de las necesidades de la ciudadanía y de la Comunidad. Mientras tanto, Juanvi Herrera pide a los cargos directivos — a espaldas de su mediocre y ‘babeante‘ gente — que le comuniquen, con nombres y apellidos, la ineficacia que sabe que existe a su alrededor. Y… cuando se lo comunican… se hace el sordo, el atolondrado y el mudo. Dicen que no hay peor sordo que el que no quiere oír; pero sí hay uno peor, aquél a quien por un oído le entra y por otro le sale. Y ese es Juan Vicente Herrera Campo.
Hemos comprobado que Herrera Campo preside una Comunidad que se muere a pasos agigantados, porque el PP lleva años y años sin hacer los deberes. Y no hay quien lo remedie. Con Herrera se ha volcado la ciudadanía, pero día a día demuestra la insensatez que le acompaña y la incompetencia propia de él y de todo su equipo. Decía Plauto que «mal hombre es aquel que sabe recibir un beneficio y no sabe devolverlo». Y ahí está Herrera Campo, no es que sea un mal hombre, pero su permanente ineficacia le hará estar en deuda permanente con Castilla y León.
