Venta de sedes sindicales

En un momento en que los funcionarios y los jubilados se van a sacrificar para que el resto de ciudadanos pueda seguir disfrutando, procede que otros colectivos también se sacrifiquen. En esta ocasión nos referimos al sindicato vertical (CCOO-UGT): al ser tan grave la situación, el Gobierno debería vender sus sedes, obtenidas — en muchos casos — del mal llamado expoliado patrimonio sindical. Sin duda sería una forma acertada y adecuada  de contribuir a la mejora de la situación.

Una vez que la situación actual revierta, el Gobierno de turno estudiaría la posibilidad de reintegrar algunas sedes a los sindicatos, o de no hacerlo.  Lo que está claro es que, cuando mejore la situación, los funcionarios y los jubilados no van a recibir lo que ahora les va a quitar el Gobierno socialista que más ha dañado a España, ni van a recibir especiales o excepcionales incentivos. Por eso es un paso atrás, porque nos contará años y años volver a ponernos en la situación en que estamos.

Con ello se muestra, una vez más, que el socialismo no solo reparte miseria, sino que esquilma a los pobres, aborrece a los trabajadores y se enfunda la casaca de los ricos y los poderosos. Los pobres del mundo, como dicen en su podrida y cavernícola letra de la Internacional, son pobres porque el socialismo siempre los negó su apoyo. Y si no los llevó al cadalso fue porque no tuvo mejor ocasión.

Volviendo a la cuestión de las sedes sindicales, consideramos que es la mejor ocasión para su venta. Y, de no hacerlo así, el Gobierno demostrará que no piensa reducir ni un solo euro de la partida sindical; una partida innecesaria a todas luces y que solo supone la compra de voluntades al mediocre, al vago, al indigente político, al miserable y a la mala fe.

Hoy, el Gobierno socialista del señor Zapatero (lo de señor es por cortesía) ha demostrado su cobardía y el alto grado de miserables que pululan a su alrededor. Sí recortará un 5% de media el sueldo de los funcionarios, a la vez que se van a enterar los jubilados de lo que vale un peine para un calvo. No se conforma el Gobierno con el paro que ha creado y el despilfarro de la hucha que dejó Aznar a rebosar, sino que en los dos próximos meses va a descender considerablemente la circulación de dinero y, con  la subida del IVA ,desaparecerán cientos de pequeñas y medianas empresas.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) de la semana pasada seguía repartiendo subvenciones y ayudas. Entre ellas figuraban casi 17 millones de euros para el sindicato vertical, CCOO-UGT. ¡No me digan que no es buena ocasión para que el Gobierno venda las sedes sindicales! Se ha dotado de ellas a estas inservibles y despreciadas organizaciones con dinero público y ahora se necesita ese dinero. La solución es clara y sencilla: hay que poner a la venta las sedes sindicales. Y hay que hacerlo con urgencia, previo desalojo de los inquilinos del ‘burdel‘.

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