Feliz 2011… y Próspero 2012

Es costumbre que al terminar  un año se haga balance del ejercicio y se formulen los deseos para el curso próximo, pero tal y como están las cosas para 2011 no creo que sea posible que sea próspero. Nos tocará conformarnos con tener la salud y felicidad familiar que es algo mucho más importante si cabe que el dinero que será muy escaso para 2011 y deberemos de aplazar este deseo para el próximo año. Más si cabe, si el okupa de la Moncloa sigue decidido a quedarse allí como un zombi acorralado y no abandona de una vez su obsesión por redimirnos, lo que ha llevado al país al  creciente desmantelamiento del Estado de Derecho a favor de las plutocracias partitocráticas y nacionalistas,  y a un progresivo pero imparable incremento de la conflictividad social,  derivado en gran parte del desencanto con los organismos que deben hacer cumplir la ley.

Si esto es así y no ocurre algo que cambie su propósito, podemos dar por perdido el año 2011, de Zapatero y su Gobierno no cabe esperar otra cosa y solo será una lucha perdida en contra de los intereses regionales. El socialismo siempre ha sido profundamente liberticida y en las últimas dos legislaturas sólo ha actuado en correspondencia y ha igualado a los españoles en la pobreza en beneficio de sus allegados que nadan aún dentro del capricho y el despilfarro.

Pero la supervivencia de Zapatero no estará condicionada a lo que le marquen desde Bruselas, el ya está dispuesto a hacer lo que sea,  aunque sea de mala gana,  o sea llevar a cabo las reformas impuestas que son imprescindibles y que una vez realizadas es incapaz de ver el siguiente escenario que solo tiene que ser la regeneración. Será desde sus propias filas donde aparezcan las presiones de los sindicalistas y de sus barones regionales que de ninguna manera estarán dispuestos dejar consejos de cajas de ahorro en trámite de la FROB, ni a jubilarse sin pensión vitalicia, chofer, despacho, secretaria (Nota del editor del blog: dentro del  socialismo se las conoce como “marranas oficiales”) y coche oficial pagado desde los impuestos.

Veremos si luego Rajoy,  que ya se ve como el próximo presidente, va a ser capaz de cambiar ciertas leyes como el sistema electoral y desembarazarse de las rémoras políticas que nos han llevado a este estado de desinterés de la ciudadanía que con su resignación contribuye a que la clase política se haya convertido en el principal problema de este país.

Vivimos gobernados por políticos que no respetan las leyes, revestidos de privilegios económicos y legales, que no tienen empacho en tratarnos con el desprecio que no merecen ni los esclavos, que reparten el dinero que nos esquilman con los impuestos entre sus amigos, parientes y compañeros de militancia en forma de subvenciones y empleos públicos. Y no rechistamos. A lo más que aspiramos es a ser uno de ellos y, si eso no fuera posible, a entrar en el afortunado club de los perceptores de alguna subvención. Y esto ya no es posible.  Feliz 2011

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