Este fin de semana pasado he tenido que hacer 1.400 kilómetros por exigencias profesionales. No he visto por las carreteras ni un solo guardia de tráfico vigilando o controlando el tráfico. Se cometen verdaderas barbaridades que van desde adelantar en línea continua hasta no respetar la distancia mínima obligatoria.
Si quiere ver un guardia civil de tráfico,…pare en un bar de carretera y encontrará una o dos parejas. ¡Ah, y el director general de Tráfico diciendo estupideces en los medios de comunicación!
Muchos ciudadanos perdimos la confianza en los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado con motivo de la negociación con ETA. Y va a ser muy difícil que la recuperemos. Al menos mientras los socialistas estén haciendo daño desde el poder.
La Guardia civil, la Policía Nacional y la Policía autonómica vasca tenía que haberse rebelado contra sus mandos, por impedir la lucha contra el terrorismo. Al final, llegué a pensar que estaban en la misma cama, chalaneando y ‘haciéndose los perrillos’.
Hasta el momento no han conseguido alcanzar el punto de ética requerido. Como tampoco lo ha conseguido el CNI; las barbaridades cometidas por el ‘gran jefe‘, nos recuerdan la época de Roldán y Cía.
¿Queda alguien que crea en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado español actualmente?