Duele sobremanera que sacerdotes y ONGs se hayan echado al hombro la irresponsabilidad de incompetentes como Rodríguez Zapatero. Sin duda, la mejor palabra es la que queda por decir.
Algo hay que hacer contra este Gobierno, una vez que hemos conocido su desprecio hacia el ciudadano y hacia el personal que aún trabaja para que él viva como un prostituto vividor. Sin duda es el presidente más despreciable con diferencia de la era democrática española.
Pero tal vez lo más triste sea la gran cantidad de analfabetos que aún arrastra. Ha echado a perder el país y acabará ‘puteando‘ a cuantos pretendan confiar en él. «No porque hayas hecho enmudecer a una persona la has convencido», decía J. Morley.
Posiblemente al ‘bobo solemne’ le queden todavía unos pocos telediarios; aunque la anquilosada y descastada LOGSE puede acudir en su ayuda y la deformación de dos generaciones aún le sujete un poco más.
La ignorancia de Rodríguez es patente, se mire desde donde se mire. Decía Estelle Ramey que “no es la responsabilidad lo que mata, sino la pérdida de control. El conductor no soporta tanta presión como los pasajeros”. Al tiempo.