Archivo diario: 24 diciembre, 2008

No lo dudes ni un momento más. Únete a la campaña «con RAJOY es Imposible». Ha transcurrido tiempo suficiente  desde las elecciones generales y ha sido incapaz de formar un equipo sólido. Diputados y senadores campan a sus anchas, a sabiendas de que no hay líder en el partido. A ello se une la fundada sospecha de la recolección de avales. Y por si era poco, el miedo se palpa en el Partido Popular; pero no solo el miedo, también el nerviosismo por parte de muchos altos cargos.

Con un partido convertido en una jaula de grillos, una división manifiesta, una clara falta de confianza y un desprecio a los valores que el PP ha representado desde su refundación (Regina Otaola, María San Gil, Mayor Oreja, Iturgáiz,…) nunca llegará al Gobierno.

Mariano Rajoy ha hecho mucho daño a la democracia interna de su partido. Ha demostrado que le interesa el poder, pero no los ciudadanos que han depositado en él su confianza. Además de ese desprecio, se observa una clara dejadez de funciones. Como principal partido de la oposición no funciona; están más pendientes de no perder las prebendas que de cumplir con los compromisos que contrajeron durante la campaña electoral.

Por el bien de España y de los valores ‘populares‘, frente a la derechona que representa Mariano, habría que impedir que se  presente a las próximas elecciones. Si en su momento tuvimos que soportar un congreso a la búlgara, ahora podemos afirmar que se ha convertido en el hazmerreír de la ciudadanía, el engaño de la democracia, el esperpento de la modernidad y la pérdida de confianza por parte de sus socios europeos.

España se merece algo más que la ambición, la dejadez y el desconcierto del principal partido de la oposición. Por eso, coloca el banner que ves, donde se dice que «con RAJOY es Imposible», en el brogroll de tu Web o de tu bitácora. Será una forma de que sepan que no vamos a consentir que se rían de la ciudadanía; máxime cuando es patente que quienes apoyan a Rajoy lo hacen por temor a perder las numerosas ventajas con las que les arropa el partido.

Quienes apoyan a Mariano Rajoy saben que están en minoría. Su afán de permanecer en los aledaños de donde se toman las decisiones se ha convertido en una despreciable obsesión, sin tener en cuenta el daqño que hacen a España.

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