El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León declara ilegal la renovación automática de 300 directores de colegios e institutos.
«Estos directores fueron nombrados según la Ley de Calidad de la Educación, diseñada por PP y que entró en vigor en el 2003. Tanto aquel texto como la orden de la Consejería EDU/663/2004 daban la mayoría a la Administración a la hora de designar al responsables de los centros. Con la entrada en vigor de la ley socialista, en mayo del 2006, cambiaban las tornas y era la comunidad escolar (un tercio de miembros del claustro y otro tercio del consejo) los que adquirían más peso».
Leído en EL NORTE DE CASTILLA
Nota del editor.- Se dijo por activa y por pasiva que eran ilegales esos nombramientos. El entonces consejero de Educación — Francisco J. Álvarez Guisasola (más conocido como ‘la cocinera’) — ni siquiera contestó a los cientos de escritos que le dirigió el profesorado. Ha habido que esperar para que la Justicia le llamara ‘chapucero’. Y se lo ha llamado, toma si se lo ha llamado.
Hoy, este pobre hombre es consejero de Sanidad de Juan Vicente Herrera y está haciendo más daño que un nublado en la comunidad. ¿Un ejemplo? Ávila sigue sin médicos en algunas especialidades. ¿No lo creen? Faltan cardiólogos y médicos de urgencias. En la provincia citada no hay oncólogos.
El citado Guisasola es una ruina para la comunidad; ha sido el único consejero recusado en la historia de la comunidad autónoma y rechazado por unanimidad por la oposición y buena parte de sus compañeros de bancada. Su dimisión se ha pedido decenas de veces, pero ni con esas. Forma parte de los estómagos agradecidos a los que protege Herrera contra viento y marea. ¡Pobre comunidad y pobres ciudadanos!
Hizo tanto daño en la Universidad de Valladolid que todo lo que haga parece que carece de importancia. Recuerden que se opuso a la matrícula gratuita en la Universidad cuando ésta dependía del MEC. ¿Será por odio a Valladolid y a Castilla y León? Está claro que lo suyo es la caza, aunque sea muy mal cazador. De pena.
Me sigue escandalizando ese interés desmedido en politizar la educación, sea por parte de quien sea.
Sin lugar a duda los que pierden en estos intentos de manipulación, son los alumnos.
Saludos