No se le imputa, pero queda tocada para la política.
Mª Jesús Ruiz, vicepresidenta primera del Gobierno Herrera
A María Jesús no se la incoa de procedimiento criminal. El disgusto de los ecologistas es mayúsculo y no llegan a entenderlo. El estropicio ya está hecho y María Jesús Ruiz queda definitivamente tocada para la política.
Es cierto que el sistema no está preparado para cantar las cuarenta a los políticos que ocupan altos cargos. Quien sí parece que está contento es el alcalde de Las Navas. Allá él, pero lo mejor que puede hacer María Jesús es marcharse. Si presentara la dimisión al todavía presidente, Juan Vicente, haría un gran favor a la democracia, a la ciudadanía, al propio presidente y a ella misma.
La que otrora fuera considerada como «Dama de Hierro» del Gobierno Herrera, para poner orden y evitar que siguieran toreando al presidente, ha perdido su fuerza. Ya nadie cree en ella. Hasta sus propios compañeros del Ejecutivo la rehuyen y procuran no compartir mesa con ella — también lo harían si pudieran en el Ejecutivo — Incluso ha sido una de las artífices y culpables de que numerosas organizaciones, entidades y ONGs declararan de TOLERANCIA CERO las políticas de Juan Vicente y su Ejecutivo regional.
Fuentes fidedignas del entorno del presidente hablan de dos titulares de Consejerías a quienes nadie quiere tener cerca y casi todos desprecian. Una de ellas es ésta que no sale imputada. No es el momento de hablar del otro, pero su rostro de días pasados en las Cortes le delataba, aunque Herrera le pasara la mano por el hombro.
