Crucifijos en el aula: un tema viejo y manido

¿Qué va a hacer la Junta de Castilla y León?

¿Qué va a hacer la Junta de Castilla y León?

En mi abundante correspondencia personal con un maestro nacional, que permaneció oculto durante veintidós años tras los sucesos de 1936, consta que los maestros, unos y otros, tanto los de izquierdas como los de derechas, no podían negarse a cumplir las órdenes que recibían del Ministerio. Es más, la mayoría de los maestros conocían perfectamente los pueblos cuyas escuelas regentaban y, a pesar de verse muchas veces «entre la espada y la pared», supieron conducirse con mucha cautela y los máximos respetos para evitar situaciones desagradables con el vecindario.

No faltaron situaciones llamativas. En muchos pueblos, mientras nadie osara tocar el crucifijo todo marchaba bien: en cada escuela un crucifijo, una paz sin hendiduras y todos tan conformes; pero si el mismo era retirado, al día siguiente irrumpían en la escuela cuarenta, cincuenta, sesenta crucifijos,… tantos como niños asistieran a las clases.

Be Sociable, Share!

Comentarios cerrados.