La pro-etarra, Elena Beloki, quiere ser mamá

Elena Beloki, riéndose de su propia situación

Elena Beloki, riéndose de su propia situación

Muchos no lo podemos entender. Algo falla en la Justicia española. Resulta que Elena Beloki, dirigente de Batasuna y condenada a trece años de prisión, ha decidido de repente ser madre y para eso ha solicitado a la Audiencia el correspondiente permiso para ponerse en tratamiento de fecundidad.

Con tanto caprichito por parte de etarras y pro etarras, y tantas carantoñas que reciben por parte de la Audiencia, estamos convirtiendo la Justicia en una imagen desastrosa, más aún de la que ya tiene para muchos ciudadanos y ciudadanas.

Semejante situación ha sido rechazada en muchas otras ocasiones para otras etarras, de ahí que ahora no se entienda; salvo que el Gobierno de Rodríguez esté pagando prebendas pendientes desde la época de la tregua-trampa. Algo está funcionando mal en la Justicia, como ha dicho Daniel Portero.

Tampoco podemos entender que el PP esté tan callado en este caso, como lo ha estado ante otros de grueso calado, salvo que una organización o asociación le haya marcado las pautas. Al principal partido de la oposición hay que espolearlo, porque es incapaz de trabajar si antes no le damos pistas, sugerencias o ideas.

Tampoco hay duda de que el fraude en esta España nuestra, adormecida por la crisis y el verano, se extiende a casi todas las parcelas de la sociedad. Y como éramos pocos, ahora resulta que Beloki ansía ser mamá. A pesar de la opinión del Ministerio Fiscal, dos magistrados y una magistrada sacaron adelante la petición de Beloki. Incluso, nos cuesta entender que la AVT no hiciera ningún tipo de alegación.

A la dirigente batasuna se le podía haber ocurrido la idea cuando estaba en libertad. En vez de trabajar para ETA, Batasuna y toda la calaña terrorista que pulula por tierras vascas y navarras, podía haberse dedicado a procrear y a disfrutar con sus retoños, y retoñas, según la ministra Bibiana/o Aído/a. Sin duda, otro gallo le hubiera cantado.

Lo que ha hecho la Audiencia no tiene sentido para buena parte de la ciudadanía. La Sección Tercera de la Sala de lo Penal tiene que dar una explicación, aunque no suele hacerlo, y su titular, el juez Guevara, también. Y deben hacerlo cuanto antes, al igual que el ministro Fernández Bermejo debe acudir al Congreso antes de irse de inmerecidas vacaciones.

De no aclararse cuanto antes esta situación, los ciudadanos podremos pensar lo que creamos oportuno, desde la existencia de cuentas pendientes con ETA hasta la existencia de corrupción implícita, pasando por incompetencia, miedo, desconcierto y compadreo. Remedando a Khalil Gibrán, nos preocupa que aún existan tiranos que reclaman vino dulce de las uvas ácidas.

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