“Mariano Rajoy se ha rodeado de buitres”, en palabras de los jóvenes del PP. Unos buitres que le han hecho perder miles de afiliados y votantes del partido que todavía preside. Todos sabemos quiénes son esos ‘leonados’ sin experiencia y el daño que están haciendo a la gaviota ‘pepera’. Ese daño comienza en la jefatura del gabinete del propio Rajoy y acaba en la presidencia alavesa, pasando por los propios traidores — ‘avestruces’ se les llama ahora –que se esconden dentro del partido, en espera y al acecho de una mejor ocasión.
Alguno de ellos se ha permitido menospreciar a Jaime Mayor Oreja, desconociendo que con él se marchan muchos miles de votos que difícilmente volverán a confiar en el PP. Un partido con un entorno enrevesado, trampeado, siniestro, proclive en trepas de medio pelo y herido de muerte ante las próximas elecciones europeos; tras las cuáles deberían cerrar la puerta y apagar la luz. Cada vez somos más los que haremos contracampaña ‘pepera’. Ahora será fácil desbaratar tanta mentira teñida de imberbe estupidez.
Ni siquiera Mariano se ha atrevido a dar el paso de decir a Mayor Oreja que no será cabeza de cartel y sus acólitos ya están retorciendo el rabo a los dimes y diretes. “Jaime Mayor no encaja en el nuevo perfil, ni por él, ni por su discurso, sobre todo por su discurso”, han dicho los buitres de Rajoy. ¿Más claro?
Es evidente que no se entendería que Oreja apuntara en su discurso a Zapatero, su vuelta a confiar en ETA, el daño que el nacionalismo está haciendo al País Vasco y, por otro lado, Mariano Rajoy hiciera un discurso bien diferente, apoyado en aguantar las ocurrencias del nacionalismo, olvidar el pasado negro y tocar poder a toda costa.
Y llegados a ese punto, muchos nos sentimos preocupados, porque con el camino que ha iniciado Rajoy, rodeado de ‘bebes’ mal intencionados y dejando en la cuneta a los mejores y a las mejores, a saber cómo puede acabar. ¿Llegado el caso qué papel piensa jugar respecto al terrorismo? ¿Va a ser franco consigo mismo? ¿Y con la ciudadanía? El manipulado Rajoy no se ha enterado todavía que los dirigentes que han abandonado el partido juegan con las cartas boca arriba. Recordando a Graham Greene, el que exige jugar con las cartas boca arriba, tiene todos los triunfos en la mano.
Los analistas estamos convencidos que María San Gil actuó por su cuenta, sin que Mayor Oreja tuviera nada que ver en su espantada del partido, como se ha dicho. Recuerden aquellas presiones, mofas y desprecios del que ya se conoce como “el mayor estúpido integral en la órbita de Rajoy”. Solo la torpeza del entorno de Rajoy puede elucubrar insensateces carentes de valor. Pero no solo María actuó convencida de sus creencias, sino que del mismo modo lo han hecho Maribel Melgosa, Carmen Rubio y Pedro Altuna.
Lo que no se entiende es que Regina Otaola siga en el PP, una vez que éste ha perdido los referentes morales, éticos y políticos. Las últimas declaraciones de Alfonso Alonso ponen de manifiesto que el Partido Popular es un partido de desecho, heredero de la nada y abanderado de la improvisación más vulgar en el entorno de Rajoy; un entorno que Mariano ya no maneja y mucho menos organiza. Cuentan las buenas lenguas que, en los ratos de mayor desasosiego, a Mariano Rajoy se le ha escapado aquel pensamiento que hizo famoso don Manuel Azaña: “Rodeado de imbéciles, gobierne usted si puede”.
