Archivo diario: 19 febrero, 2008

Juegan y mienten con la economía

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Pedro Solbes no se ha atrevido a decir que nos hemos ganado el final de las pagas extraordinarias. Le da miedo; pero con el sofocón del triunfo electoral, llegado el caso, no tendrá inconveniente en anunciarlo. Será por el bien de la economía, por el equilibrio del mercado, para beneficio de la balanza comercial y por el bien del ciudadano.

Ello contribuirá a que desaparezca el desequilibrio actual y, por tanto, contribuirá a que no se dispare el déficit. Según Solbes, será el camino inicial para resolver la cabalgante inflación que se ha iniciado y que el conejo no parece haber resuelto de momento.

Lo que está claro es que Unidad Regionalista de Castilla y León, seguramente con el apoyo de los demás partidos democráticos, no consentirán que desaparezcan las pagas extraordinarias destinadas a los trabajadores. Se ponga como se ponga el socialismo, son derechos adquiridos por los trabajadores. Bien es verdad que, si ganan las elecciones, dirán que es un abuso para la economía, mientras que si las pierden se pondrán del lado de los trabajadores, aunque sea solo de boquilla postiza. Muy propio de la mentira y de la desvergüenza que acompaña al socialismo. Y es que cada vez que abandonan el poder, dejan la economía nacional temblando y las arcas del Estado en lamentable situación.

La base de la economía es el trabajo. Nunca los socialistas han comprendido que el trabajador requiere una especial protección contra la economía de mercado. Y todo porque los planteamientos socialistas son mediocres en el terreno económico y esperpénticos o estúpidos en el campo político.

Nunca tan pocos habían hecho tanto daño a la ciudadanía. Nunca un presidente de Gobierno, enfermo de odio y resentimiento, había despreciado a las víctimas y protegido a los verdugos. En fin, nunca los mediocres habían levantado la bandera de la división, la crispación y el enfrentamiento ciudadano.

Política antiterrorista de Zapatero

 

El Partido Socialista lleva muy mal que le recuerden su ruptura del Pacto Antiterrorista. Después de tres largos años ‘carteándose’ con la ‘serpiente’ y todo su entorno, no puede creer el partido socialista que es fácil olvidar tanto daño a la convivencia ciudadana, ruptura incluida. Y si lo cree, se equivoca.

Si es capaz de creer en los absurdos y en la categorización de lo que para muchos es simple estupidez, también debería estar convencido de que no faltarán ciudadanos que le recuerden permanentemente sus atrocidades con la banda.

La política antiterrorista no es un tema puntual para el recuerdo o para el simple debate parlamentario. Tampoco debe ser mero instrumento de ataque dialéctico, sino que es el conjunto de acciones a llevar a cabo para acabar con la banda asesina, ETA, en nuestro caso.

Esas acciones no han existido durante años, sino que se ha estado a merced de terroristas, paranoicos y memos descentrados. Al presidente Rodríguez le ha marcado las pautas ETA en cada momento. Y por mucho que el Partido Popular se empeñe en creer que acierta con su política de “despropósitos”, muchos de los planteamientos que ha hecho en el Congreso de los Diputados han sido de cara a la galería y sin firme propósito de rectificación.

El Partido Popular no ha sabido plantear la política antiterrorista con rigurosidad; es más, en este momento, con los mimbres que tiene el partido de la derecha es difícil, muy difícil hacer un cesto. Ni Rajoy sirve ya a los objetivos de las bases ‘populares’, ni los ‘mariachis’ de Rajoy inspiran confianza a la ciudadanía. Seguimos sin entender cómo Mariano Rajoy no ha ‘descabalgado’ a tiempo.

Por mucho que ahora se empeñe el presidente Rodríguez en querernos hacer ver que sí se trabaja contra el terrorismo, a muchos ya no nos engaña. Su política de fachada es mediocre y resultado del miedo a perder las elecciones. Ha pasado de alabar a los “hombres de paz” como Ignacio de Juana Chaos y Otegi, a enchiquerarlos.

Todavía no conocemos cuál es la política antiterrorista del Gobierno Rodríguez, salvo las sospechas que nos infunden las políticas cercanas a localizaciones ‘bananeras’. No creo que sea muy ético ayudar a aquellos países que permiten la formación de etarras en su territorio, para después actuar en territorio español.

Queremos saber cuál va a ser la política antiterrorista de Rodríguez en los próximos años. Es complicado creer al presidente después de tanto engaño burdo, ignorancia en las actuaciones, estupidez en las pretensiones y torpeza caprichosa. Por eso lo mejor que puede hacer es despejar el camino. Total, para ‘acangrejar’ a España, como ha hecho Zetapé, nos puede servir cualquier Pajín, Chacón, Bermejo, Caldera o ‘Maleni’ que pase por el barrio en ese momento.

Jesús Salamanca Alonso

Candidato al Senado

(Unidad Regionalista de Castilla y León)