Archivo mensual: noviembre 2007

Nefasta e ineficaz Magdalena

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La incompetencia es tan atrevida que en las últimas semanas se pasea por Cataluña con nombre de mujer: Magdalena Álvarez. “Maleni” para los más allegados. No tengo ninguna duda de que ahora mismo es la mujer más recordada y aludida en la citada comunidad autónoma, que no país, ni nación, ni Estado catalán. Me quedo con otra Magdalena…sí, la que canta mi admirado Manolo Quijano.

Hablar de “Maleni” es hablar de gestión esperpéntica, ineficaz y nefastos resultados. Pero lo peor de todo es que los socialistas catalanes están en un ‘sin vivir’ por las consecuencias que pueden encontrarse. Si la costumbre socialista a lo largo de su Historia ha sido echar las culpas al vecino, ahora se encuentran con que no tienen vecino y con que los resultados son el fruto de lo que han sembrado: ridículo, falta de planificación, caos, ineficacia, desprecio al ciudadano y desilusión.

El desaguisado de “Maleni” es preocupante, pero más aún es la cercanía de las elecciones generales. El presidente Rodríguez no solo no puede encontrar un sustituto para la ridícula “Maleni”, sino que ni siquiera tiene ese sustituto. No contaba con este desaguisado tan cercano, aunque le habían advertido sus allegados, ni con las malas artes de la ministra florero de Fomento. Y aquí el vocablo florero no lo entrecomillamos. Sirve así, tal cual, con la cruda y visible realidad. Solía repetir Ramón J. Sender que la vida sin risas y sin llanto no tiene sentido.

Maleni” pretendió ser original con sus insultos y su desprecio a periodistas, ciudadanos y funcionarios, pero le ha salido el tiro por la culata. Nadie cree en ella y ella ha dejado de creer en si misma. La torpeza de la pobre y detestada “Maleni” no ha podido entender que “ser original, es un mérito; pero quererlo ser, es un defecto”, al menos así lo expuso Chauvilliers.

El hecho de que el presidente Rodríguez haya asumido el Ministerio de Fomento pone de manifiesto dos cosas: primera, que Magdalena debe echarse a un lado y no interrumpir y, segundo, que el propio gafe Rodríguez es un peligro en si mismo, para si mismo y para los demás. Su ignorancia es tan atrevida que puede acabar haciendo capirotes en los túneles del AVE.

Nunca una ministra había resultado tan cuota, tan florero, tan incompetente e ineficaz. Hasta sus asesores han acabado llamándola «Sor Averías». Nunca las obras públicas habían resultado tan sospechosas, caprichosas y preocupantes: averías, hundimientos, socavones, retrasos, gritos, reclamaciones, insultos… Un desastre de ministra, un caos de gestora y una rechifla de mujer. Prueba de ello es que Rodríguez pretende que desaparezca de los medios de comunicación y se esconda en las cocheras del Ministerio desde que fiche la entrada ministerial hasta la hora de salida.

Hoy Rodríguez ejerce como ministro de Fomento. Ejerce como gafe institucional. Ejerce como improvisado actor de un teatro en ruinas que no solo afecta a Fomento, sino a muchos otros Ministerios; donde sus principales protagonistas no asoman la cara por falta de proyectos, falta de ilusión, nulas perspectivas y miedo a la calle. Ya se sabe aquello de “a la calle no hay quien la calle”.

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Maleni Álvarez, ministra ‘florero’ de Rodríguez Zapatero

¡Sin saber qué hacer el Consistorio!

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Hay municipios donde las autoridades solo se acuerdan de los ciudadanos en época electoral. El resto del tiempo esas supuestas autoridades se instalan en un pedestal, como si quisieran dar a entender que están por encima de los demás. Por encima del bien y del mal. Y llegados a este punto, recordamos a R. Tagore porque nos lo hacen recordar los políticos, sobre todo si son de segunda fila como en el caso que nos ocupa: “No hay cosa más difícil de soportar que la fe ciega del estúpido”.

¿Y por qué decimos lo anterior? Pues porque hemos comprobado durante meses la incompetencia de un equipo de gobierno en un municipio cercano, próximo a la capital de Castilla y León. De tal grado es dicha ineptitud que durante meses, muchos meses, hemos visto día tras día cómo en la vía pública se abandonan vehículos sin que nadie se preocupe de ellos. Y mucho menos de retirarlos. En el caso que nos ocupa, hablamos de siete meses sin saber qué hacer con el vehículo abandonado.

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Podemos entender que un Ayuntamiento no disponga de medios para contar con una grúa; pero hay otros cauces como adquirirla a través de la Comunidad de Villa y Tierra o exigir al propietario del vehículo que lo desplace a un desguace. Parece que no son muy avispados los responsables municipales y tardan meses en tomar decisiones. ¡Vamos que son….de reacción torpe y tardía!.

Tal vez lo más grave de todo este asunto sea que hasta la Guardia Civil del municipio ha estado “mirando al tendido” durante siete meses. En mayo se notificó al benemérito Cuerpo el abandono en que estaba incurriendo el Consistorio; pero…En fin, decía Benjamín Franklin que “si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches”.

En nuestro apartado “DENUNCIAS CON FOTO” hoy toca denunciar el abandono de un vehículo por parte de un Consistorio y la ‘vista gorda’ de la Guardia Civil. Omitimos el nombre del municipio para que la humillación de los citados les sea llevadera y no sea excesiva. Bastante tienen con su demostrada torpeza.

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NOTA DE INTERÉS: 4 de noviembre de 2007.- Apenas ha transcurrido una semana desde la denuncia y el vehículo ha sido retirado. Unos por otros…la casa sin barrer; pero en el momento que se ha denunciado en internet alguien ha tomado la decisión de retirar el coche de la vía pública. Tras un escandaloso ridículo del Ayuntamiento de Portillo (ahora sí podemos decirlo) durante siete meses y una inusual dejadez por parte de la Guardia Civil de Portillo, durante el mismo tiempo, el problema se ha resuelto. Ya sabemos dónde está la solución para muchos problemas.

 

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Don José Blanco ‘dispara’ culpabilidades

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“La fuerza del carácter con frecuencia no es más que la debilidad de los sentimientos”, en palabras de Arthur Schnitzler. Eso mismo es lo que se suele pensar en el mundo periodístico sobre los habituales ‘arranques’ del bachiller ‘Pepiño’, don José; aunque lo de “fuerza del carácter” más bien deberíamos interpretarlo como simple repente de un suficientemente conocido complejo de deficiencia verborreica.

Hace unos meses, don José tenía fijación con los ‘aguiluchos’ y los fachas en las manifestaciones a favor de las víctimas del terrorismo. Mandaba observar hasta el más mínimo detalle para comprobar si había algún ‘aguilucho’ suelto; era el calificativo con el que se refería al Águila de San Juan, convencido de que había sido el abuelo ‘Pachi’ quien lo había plasmado en la enseña nacional. Don José Blanco, o ‘Pepiño’ culturado como le conocen en el PSOE, acostumbra a cerrar sus intervenciones con inapropiados exabruptos para un político, con lo que hace tiempo se le ‘bautizó’ con el título honorífico de “catedrático de la estupidez” y “saltimbanqui del sentido común”.

Ahora, una vez que no ha encontrado fachas ni ‘aguiluchos’, apunta contra el ex presidente Aznar y contra Angelito Acebes. Al primero le considera autor intelectual del “engaño masivo” del 11-M y a Angelito como el artífice material. Con tales declaraciones, ‘Pepiño’ se cubre de gloria terrenal y vuelve a hacer honor a su honorífica cátedra. Una de dos: o vive en otro mundo distinto al de los demás o es amigo y confidente del sordo que no quiere oír. Hace tiempo se sabe que sí hay un sordo peor que el que no quiere oír: es aquel a quien por un oído le entra y por otro le sale.

Obsesionado, don José, ‘Pepiño’ culturado, con el perdón que debe pedir Rajoy, pierde los papeles y los argumentos. Alguien debe recordarle que su jefe de filas, el presidente Rodríguez, aún no ha pedido perdón a la ciudadanía por ‘amamantar y acariciar a la serpiente’ etarra; ni por permitir que marcharan indemnes los extorsionadores de la banda terroristas; ni por presentar a ETA en sociedad ante la eurocámara; ni por seguir acercándose a la ’culebra vasca’ tras los sucesos de Barajas; ni por ignorar los desastres de la costa y los montes gallegos, por citar algunos ejemplos.

Tal vez llaman más la atención las últimas declaraciones de ‘Pepiño’ Blanco, don José, por el hecho de solicitar a los demás que pidan perdón, en tanto que él lleva más de trescientos veintidós días sin pedir perdón por haber calumniado a un ciudadano que acudió en silla de ruedas a una manifestación a favor de las víctimas del terrorismo.

Pepiño’ Blanco abusa de la palabra y la maltrata. Incluso sus compañeros de partido le acusan de vender vocablos en talego y humo en cesta de mimbre, porque no suelen alcanzar a entender lo que predica. Muchas veces he llegado a pensar, decía uno de sus fieles, que alguna vez leyó a Talleyrand y descubrió que “la palabra se le ha dado al hombre para encubrir su pensamiento”.

Hasta Gabilondo fue capaz de pedir perdón en un acto que le honra, justo cuando estaba perdiendo toda credibilidad y prestigio social. Tanto ‘Pepiño’ como López Garrido fueron quienes intoxicaron la realidad durante las manifestaciones pro víctimas y se ocuparon se ensuciar la imagen de las mismas siempre que tuvieron ocasión, en vez de enfrentarse a su jefe de filas por revitalizar a ETA, orientarle en la lucha contra el terrorismo y quitarle las intenciones, haciéndole ver que ETA no es una afición lúdica, sino un entorno de muerte, odio, desesperanza y traición.

Decíamos que habían pasado más de trescientos veintidós días desde que violentaron la intimidad de aquel ciudadano y mancharon innecesariamente su imagen. Después de tanto tiempo transcurrido, aún no han pedido perdón. Ni ‘Pepiño’, ni Garrido. Por tanto ¿Quién cree a ambos? ¿Y al presidente Rodríguez? ¿Y a Rubalcaba tras el 13-M y su atentado contra las normas del Estado de Derecho?

Todos ellos, obsesionados con engañar a los españoles, pretenden hacer virtud de lo que solo es imperiosa necesidad. Por lo visto, las personas cambian y se olvidan de comunicar el cambio a los demás. Don José Blanco, ‘Pepiño’, debería saber que “muchos jueces son absolutamente incorruptibles; nadie puede inducirles a hacer justicia”, en palabras de Berthol Brech.