"Adivina quién viene esta noche" en PocoMás Magazine Febrero
PocoMás Magazine presenta un mes de Febrero completito. Como sabéis, contribuyo a bajar la carga cultural de la revista -dura tarea, por cierto- con mi columna mensual de poco sustento, curiosamente. En este número me he vuelto loco rebuscando entre la basura y me he decidido por un tema novedoso donde los haya. Cuando leas «Adivina quién viene esta noche» (la parte positiva es que si lo haces te desgrava cuando presentas la declaración de la renta) te darás cuenta de que te he dejado compuesto y sin novia. Es lo que tiene el talento: cuando está racionado nunca sabes por donde te saldrán los tiros.
Para los más antiguos -que no viejos, Haruki- a continuación os dejo el artí-culo (hartar, que perdió la «h» tras el estornudo de un académico, unido a culo conforman: hasta el cu…) para que podáis recrearos. Ojo: si lo imprimís en folio duro podéis hacer uno velero de papel by America’s Cup.
Adivina quién viene esta noche
El pasado 20 de enero me planteé uno de mis mayores retos personales: intentar abstraerme de la ceremonia de proclamación de Obama como presidente del Tío Sam. Resultado: ¡Error fatal en Héctor 2009! De igual modo que el pequeño Bush –se desconoce si ha habido alguno grande con ese apellido- erró al diagnosticar a Irak como “país con armas de destrucción masiva”, me equivoqué al plantearme tal desafío porque los obstáculos eran muchos e insalvables. Me apoderé del mando a distancia aprovechando un momento de flaqueza del rival. En más de la mitad de la primera docena de canales zappeados aparecía un majestuoso edificio blanco rodeado de miles de fieles seguidores, ataviados con las vestimentas más diversas. ¡Eureka!. Tenía un plan b ante mis ojos, me dije. He dado con el Canal Historia y están reponiendo un documental sobre las 10 peregrinaciones más importantes de la historia a La Meca. Craso error. La ciudad era Washington y las paredes blancas pertenecían a El Capitolio. Aprovechando la coincidencia, inicié mi capitulación sin resignarme a concederme otra oportunidad.
Busca que te busca, me dediqué a detenerme en todas aquellas cadenas en cuyas imágenes no apareciera más de una persona. Pero tras algunos segundos a la espera de consumar mi victoria, mis aspiraciones se irían al traste. Primero lo intenté en CocinaTV. Preparaban un soufflé de plancton jurásico del Mar Caspio. En el preciso momento en que el chef Paladarytomar encendía su soplete made in Guantánamo, pronunció la palabra tabú: “… pueden aplicar calor o bama…”. Era un mensaje subliminal. Los tentáculos de la campaña mediática del primer presidente yankee no blanco, se pegaban a todas las superficies. En los rótulos del “Modo de preparación” de la receta aparecía “aplicar calor o llama”. Era un truco. Yo escuché obama alto y claro.
No había conseguido reponerme de tal contratiempo cuando fui a parar al Canal Infoinfantil. En él me sentía como Horatio Caine en su jacuzzi rodeado de caimanes bajo la dieta por puntos: muy seguro. Qué mejor que un par de nociones sobre la interrelación madres e hijos para alejarme de las multitudes enardecidas con su Abraham Lincoln 2.0. A punto de ser conquistado por un duermevela enternecedor –del tipo riachuelo salivar simple- un vocablo golpeó en mis entrañas atravesando mis oídos, que hacían las veces de un subwoofer del último Rock In Rio. No cabía confusión alguna. El bebé protagonista de la escena respondía con un rotundo obama al intento de su progenitora para que tomara una cucharada más de su papilla, compuesta por cereales ecológicos con bífidus, L-casei y escamas de salamandra de charca, a las finas hierbas de la Sierra de Navacerrada. Cuando recapitularon, modificaron la respuesta del pequeño por un “no mamá”. ¡Manipuladores!, espeté con ira. Amimevaadesí lo quesentío, hubiera dicho Ortega Cano, nuestro irrepetible Fred Astaire cañí.
Por último, antes de rendirme me acordé del gran Leónidas, rey de Esparta. Readapté una de sus frases célebres tal que así: “Cenemos bien, porque el desayuno ha sido un infierno” (me consta que apenas notáis la diferencia, pero Google os ayudará). Con la caja tonta de fondo y yo haciendo el bobo en primer plano, agoté mi último cartucho. Situación: sintonizo TeleCasino Gano; un tipo hortera como el sastre de Parchís alecciona a los televidentes (dos según los índices de share: el mando y yo) sobre técnicas de juego en la ruleta americana. A puntito de meterle el diente a mi pa amb oli con jamón, el tío canalla me alarma sin piedad al decir que “cuando el croupier canta el obama, se cierran las apuestas”. Me quedé helado. La miga de pan no subía ni bajaba por mi gaznate. Acompañando la narración aparecían unas viñetas. En una de ellas se podía leer “el croupier señala novamás”. Era el colmo de la tergiversación. Me zampé el bocata y me recosté en el sofá. Minutos después abrí los ojos. El reloj marcaba las 19.30 hora de mi casa, e interrumpían las retransmisiones. Sin sonido aparente, apenas pude deducir de la imagen como a un mulato le entregaban las llaves de su nueva casa, pintada de un blanco bernabéu. Le di al volumen y resultó ser un tal Obama, al que definían como negro o afroamericano olvidando el blanco de la otra mitad de su adn. Curiosamente, sin saber por qué, me resultaba familiar ese nombre…
Querido amigo, lo cierto es que es complicado comentar tu nota sobre el «20 O» o el «20 E» depende de como se mire. No obstante y apesar de la subliminaridad, innecesaria por otro lado, yo conseguí obtener muchos mensajes positivos aquel frío día. Nunca me había interesado más la investidura del presidente de EEUU que la del francés, venezolano o israelita. Pero había algo aquel día que dejó por mentiroso a Jorge Manrrique «Cualquier tiempo pasado fue mejor»… Y no es porque un afroamericano llegará a la presidencia, que también, sino porque se iniciaba una etapa de esperanza e ilusión. Aquel día mucha gente fue feliz por la simple expectativa, pero fue feliz. No conozco a Barak, pero sus dos primeras decisiones han, Irak y Wantanamo, dicen mucho de el y sobre todo, harán mucho por otros que tampoco conozco más allá de saber que merecen ser tratados como otro Yanki más. Yo apuesto por la gente que se arriesga sí con ello libera alguna que otra vida, que piensa que su país no es el centro del Universo o que entre todos es mejor que entre unos pocos. EEUU ha pasado de la tecnocracia belicista a la social presidencialista en 1 día y eso no es poco. Obama no es más que aquello que les gustaría ser a personas como tu otro yo, alguien que desde su atril intenta mejorar un poquito la vida de muchos Walters (salvando las diferencias para lo bueno y lo malo) y eso, querido amigo, es digno de reconocerse aun apesar que la caja tonta nos diera tanto la lata el «20 O» (la verdad es que nos la da todos los días). Como dijo Nietchze «No hay que hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace»; esa es la esencia que me transmitio su discurso la que merece, más allá de subliminimalismis baratos, mi confianza.De nuevo felicidades por tu comentario pespicaz y acertado, consigues que los demás pensemos y haces tuya la leyenda de tu tocayo el Troyano. Pedro Robledo
Si la verdad querido Grandfather es que estoy casi completamente de acuerdo contigo. Quizá tengamos suerte y podamos dar un giro radical al destino de este planeta, abocado al desastre más pronto que tarde.El acaso es que tenía que buscarme un tema recurrente para el artículo de ese mes y me dio por ahí, sin más.Siempre tuyo, aunque mucho más de su futura señora, si es que te dignas algún día a darme el placer de conocerla.
Querido H, haciendo uso indebido de la familiaridad que nos compete, espeto este comentario sin ningun tipo de reparo tras haber sido coaccionada a visitar tu página (lo que, por otra parte, me ha causado gran satisfacción). Quiero apuntarte que en tu artículo se denotan claros síntomas de que, más allá de cualquier vinculación política, realmente tienes un problema digestivo. No cabe duda de que el instinto maternal que se me está desarrollando brutalmente en mi séptimo mes de embarazo provoca que mi atención se fije en tus jugos gástricos y determine que la ingesta de aceite con tomate te provoca realmente una reacción alérgica que conlleva como consecuencia fatal las alucinaciones que tan alarmantemente reflejas en tu artículo. Desde este momento te aconsejo una dieta disociada de estos dos primordiales elementos y el uso bajo prescripción facultativa de fármacos antitelevisivos que normalicen la reacción alérgica subyacente.Sin nada más que añadir te mando un beso de miel.
Querida Aneralia y sucesores en camino, tomo nota de tus consejos y me pongo en manos de los especialistas. Mañana tengo cita con Iker Jiménez y en futuras semanas haré lo propio con Carlos Jesús y sus álter egos Crístofer y Michael.Agradeciendo tus consejos, me despido no sin antes desearte lo mejor para tu futuro alumbramiento. Besos