Dic 022015
 

El Atlético de Madrid dio un gran paso para estar en los octavos de final de la Copa de Rey después de derrotar este martes a un digno Reus Deportiu por 1-2 en la ida de los dieciseisavos de final tras un partido donde mostró buena actitud para remontar el gol inicial de los locales que soñaron por minutos llegar con opciones a la vuelta del Vicente Calderón.

   Diego Pablo Simeone no se anduvo con contemplaciones y dejó claras sus intenciones en su once titular. Pese a las numerosas bajas de titulares, el ‘Cholo’ dispuso en el campo a jugadores de peso, con Thomas Partey y Saúl junto a Koke y Óliver Torres en busca de empezar a mirar las soluciones para sustituir a Tiago, al que mostraron su apoyo antes del partido.

   Arriba tampoco especuló el técnico argentino y dio la iniciativa a Luciano Vietto y Ángel Correa, una dupla en la que destacó el primero, muy motivado y creando desde el principio problemas a la zaga del conjunto catalán que, pese a todo, demostró las virtudes que dicen que es una de las mejores de la Segunda B, pero que no pudo mantener al Municipal como un fortín, encajando su primera derrota como local en un año.

   El ex del Villarreal tuvo la primera gran ocasión del partido, a los siete minutos, cuando combinó con Óliver Torres para plantarse solo ante Edgar Badía, que acertó a sacarle su disparo. Este aviso mostraba las intenciones de un Atlético, intenso desde el pitido inicial y que no dejaba maniobrar a los de Natxo González.

   Al Reus le costó casi un cuarto de hora en acercarse a la portería de Miguel Ángel Moyá, con un tímido centro chut, pero con el paso de los minutos se fue quitando los complejos y fue equilibrando la balanza, apelando a la contra para asustar a los visitantes.

   Sin embargo, tuvo que ser un error rojiblanco el que le permitiese soñar con la machada. Justo poco después de que Correa amenazase la portería local, un error en el mediocampo atlético acabó con otro fallido despeje de Lucas Hernández ante Fran, que no desaprovechó el balón suelto para hacer el 1-0.

   El gol desató la algarabía en las abarrotadas gradas del Municipal de Reus e hizo crecer al equipo catalán. Pero cuando disfrutaba de sus minutos más ilusionantes volvió a aparecer la conexión Óliver-Vietto. El extremeño metió un centro medido al argentino que, en posición dudosa, cabeceó para firmar la igualada y dar tranquilidad.

EL BALÓN PARADO ROJIBLANCO VUELVE A APARECER

   El resto del primer acto no trajo más variaciones y tras el paso por vestuarios, el Atlético salió con ánimos renovados y volvió a tomar el mando del encuentro, rondando con peligro el área de Edgar Badía con lanzamientos de Koke y un Correa más entonado que en los primeros 45 minutos.

   De este modo, el equipo rojiblanco se puso por delante tirando de una de sus ‘armas’ de antaño y algo olvidada este año. El balón parado volvió a dar rédito a los de Simeone y Saúl remató en parábola desde el primer palo para allanar el camino hacia los octavos de final.

   A partir de ahí, el Atlético bajó un tanto el ritmo y esperó más a sentenciar con un contragolpe. De hecho, el ‘Cholo’ mantuvo a sus once hombres de principio a fin y no metió aire de refresco para contener una posible acometida del Reus, que pese a haber metido en el campo a Edgar, su goleador, no encontró la forma de llevar peligro y de tener ocasiones claras.

   Así, un cabezazo de Vaz y un disparo de Haro desde lejos fueron las mejores opciones de los de Natxo Fernández en los minutos finales, mientras que los visitantes gozaron de la más clara para acabar con la emoción de la eliminatoria en una buena maniobra de Vietto, que pecó algo de egoísta y en vez de optar por ceder la pelota a Correa, estrelló su remate final en el cuerpo de Edgar Badía.

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