El entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique Martínez, ha reconocido este lunes en la previa del partido de este martes ante el Manchester City en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones que pese a que la derrota contra el Málaga del sábado en el Camp Nou (0-1) «no es una hecatombe» sí que «afecta» a un vestuario que querrá hacer su partido sin pensar en el 0-2 del año pasado, que no es referencia.
«No ha sido una hecatombe, las derrotas siempre afectan y más cuando intentas acercarte a la cabeza de la Liga. Queda mucho todavía y hay que seguir siendo constantes», comentó sobre esa derrota ante el Málaga en rueda de prensa, donde se mostró molesto sobre si había de nuevo mala relación con el vestuario. «Todo lo que rodea a mi cargo claramente malintencionado no me interesa y no lo voy a comentar», argumentó.
Sí reconoció que en la Liga no están en la posición deseada. «Pinchar siempre es una complicación. Queda mucho, catorce partidos, un mundo, volverá a haber oportunidad de acercarnos al líder. Pero son derrotas y punto, no se trata de compararlas ni igualarlas. No veo por qué el equipo tenga que estar mal por un partido después de la racha de victorias», ahondó en este sentido.
Además reconoció lo «muy especial» que es el Barça y siguió con su particular batalla con la prensa en preguntas incómodas para él. «Este es un club muy especial que necesita siempre de cosas extras para decorar el árbol de navidad, hay que aceptarlo», señaló, cosas como qué le parece la salida nocturna a un casino de Piqué junto a Messi y Fàbregas. «Es su vida privada, me interesa el fútbol, ‘gossip’ (cotilleo) no me interesa», afirmó.
Centrado en el fútbol, comentó que este tipo de eliminatorias entre dos rivales que aspiran a conquistar el título parten sin favoritismos. «Se debe demostrar en el campo. No creo que haya un favorito de inicio. Tenemos un rival, dos partidos, tenemos que ser superiores. Competir en este marco ante un rival favorito a conquistar la Liga de Campeones es un estímulo más que suficientes para sentirnos motivados», aseguró.
«Para nada teníamos la mente puesta en este partido. Afrontamos el partido del Málaga en las mejores condiciones, por clasificación hubiera sido irrisorio plantear ese partido pensando en otro. No supimos combatir el entramado defensivo del rival y a raíz del gol encajado se vio un partido que no supimos resolver, pero no por pensar en otra cosa», recalcó sobre la derrota liguera.
Sobre el rival, cree que el City tiene «esa capacidad de discutirnos el balón» por calidad individual. «Si es un partido que se presenta de esa manera será interesante, tenemos el mismo objetivo. Un equipo que se cierra atrás puede plantear los mismos problemas que uno que presione arriba, no sabemos qué nos beneficia más», comentó sobre si el City atacará mucho o no.
«Va a depender mucho de dónde estén los espacios, de ver dónde tendremos el balón y dónde el rival. Intentaremos desarrollar nuestro juego de ataque y el centro del campo será clave. Fue un partido diferente, el control del partido lo llevó el Barça, sin demasiada profundidad, aprovechó el penalti para adelantarse y lo finalizó con el 0-2. Tendremos que pensar en hacer nuestro partido, con nuestra idea, no en el pasado», recalcó al respecto.
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