El tenista suizo Roger Federer se ha mostrado muy orgulloso de poder estar en Lille para disputar la final de la Copa Davis ante Francia y, aunque ha reconocido que está «en forma», no ha podido asegurar su respuesta física cuando entre en escena este viernes en su primer partido, en el segundo punto ante el local Gael Monfils.
«Veremos mañana, el partido es la única respuesta. Estoy contento por estar en forma para jugar mañana, fue una semana difícil, pero estoy feliz de estar aquí», indicó en el sorteo de los partidos este jueves, donde finalmente se supo que el ganador de 17 ‘Grand Slams’ será de la partida.
El de Basilea ha apurado sus opciones de estar con su país para alcanzar la ‘Ensaladera’ que le falta a su espectacular palmarés. Federer se retiró de la final de la Copa de Maestros el pasado domingo por una lesión en la espalda que sufrió precisamente jugando las semifinales contra su compatriota Wawrinka.
«Hablamos con [el capitán] Luthi después de la práctica esta mañana; lo ideal era practicar temprano antes del sorteo y que el capitán pudiera elegir. Hoy seguí mejorando y decidimos que tenía una la opción de jugar mañana», explicó Federer.
Por otro lado, el suizo dejó claro que si su condición física estuviese en peligro «no jugaría», sabiendo hasta dónde puede llegar. «Si fuera un riesgo grave para el futuro, no jugaría. Pero tuve estos dolores y sé cuánto puedo forzarlo», finalizó.
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