May 122014
 

El FC Barcelona aplazó la final por el título hasta la última jornada contra el Atlético en el Camp Nou, después de empatar (0-0) en el Martínez Valero en la penúltima jornada de la Liga BBVA contra un sólido Elche que logró, con mucho sudor, el objetivo de la salvación matemática en su retorno a la élite.

El Barça tendrá así una última oportunidad para salvar un curso para olvidar. Las cuentas son claras: si gana al Atlético, el equipo de Martino revalida su corona de campeón; si empata o pierde, el título es para el equipo del ‘Cholo’ Simeone.

Con los nervios a flor de piel, en los últimos minutos los actuales campeones de Liga estuvieron más pendientes del transistor, por la igualada (1-1) entre el Málaga y un Atlético que no cumplió con su parte en el Calderón, que de doblegar a un rival que apenas presentó fisuras y halló la enésima vida en un desenlace de locura.

El Barça quiso aprovechar la nueva oportunidad que le concedió el campeonato para reengancharse a la pugna por el título. Manejó el balón a su antojo en el arranque frente al grupo disciplinado de Escribá -que volvió a tejer su trivote con Carlos ‘La Roca’ Sánchez, Rubén Pérez y Javi Márquez en el mediocampo- y tuvo las mejores oportunidades en la primera parte.

El peligro azulgrana llegó por la banda derecha de su ataque, el flanco más débil defensivamente de los locales, con el exatlético Cisma como defensor. Tanto Alves como, sobre todo, Alexis fueron un tormento para el excolchonero antes de que Andrés Iniesta estrellara al larguero en el minuto 13 un servicio de Cesc Fábregas a la salida de un córner.

El 0-1 pudo llegar también en sendos disparos de Leo Messi, quien se entremezclaba entre la línea de retaguardia franjiverde para encontrar un poco de aire para su fútbol, pero el meta Manu Herrera y el ex del Rayo Sergio Pelegrín evitaron que los del ‘Tata’ incendiaran aún más el desenlace de este curso de vértigo.

Otra falta lanzada por el ‘crack’ argentino anduvo cerca de la ventaja visitante, aunque no hizo sino aumentar aún más los nervios de los ausentes Piqué, Puyol y Neymar, entre otros, presentes en la grada de un Martínez Valero de las buenas tardes de fútbol, añoranza de aquel vetusto Altabix en el que el Elche se codeaba con los mejores de la Liga a finales de los sesenta y setenta del siglo pasado.

El Elche fue pura disciplina y orden, solidarios Carles Gil, Coro y Rodrigues en la presión a la salida del balón blaugrana. Apenas se llevó a la boca un mal disparo de Rodriges después de un centro desde la banda derecha, aunque se retiró feliz a la caseta en el descanso, sin encajar tanto alguno, con el sentimiento del deber cumplido.
SIN PÓLVORA.

Nada más comenzar la segunda parte, Messi anduvo lento después de recortar a Manu Herrera, contra el que estrelló las esperanzas de poder adelantar a los suyos. Tampoco llegó Alves a desviar de tacón un centro de Pedro para lograr dar ventaja a un Barça que empezaba a desesperarse porque no encontraba cómo desbaratar el ‘sudoku’ que le planteó el conjunto de la franja verde.

Martino sacó a Tello y Xavi para tratar de dar verticalidad y equilibrio a un equipo que se estrellaba una y otra vez contra el frontón local, sin encontrar el recurso de las bandas y espeso en la construcción ofensiva como estuvo en ocasiones anteriores en este ejercicio.

El Elche achicaba agua en los minutos finales, aunque sin excesivos agobios. Incluso tuvo la opción de lograr el triunfo en una arrancada de Boakye que Rodrigues envió por encima larguero. La calculadora funcionó para ambos equipos en el tramo final, en el que ambos se considerado felices: la salvación, para los locales; la final para un Barça que mucho tendrá que mejorar si quiere retener el trofeo liguero.

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