El Valencia ha perdido (0-3) el primer partido de la fase de grupos de la Europa League ante el Swansea de Laudrup, que hizo sangre del conjunto valencianista con los goles de Bony –que metió el primero y forzó la expulsión de Rami– y Michu y De Guzmán.
El conjunto ‘che’ volvía a la competición que le vio proclamarse campeón hace nueve años, pero esta vez en medio de un ambiente convulso dado el mal arranque de temporada. En la primera prueba de fuego ante su afición se enfrentaba al ‘Spanish’ Swansea, con seis jugadores en su once inicial por los cuatro de los valencianistas. Y los de Djukic volvieron a suspender el enésimo test perdiendo un encuentro que puede resultar decisivo de cara a la lucha por la primera posición del grupo.
En medio del enrarecido ambiente comenzó el Valencia cediendo el balón al Swansea, permitiendo llegadas peligrosas. En una de esas, apenas en el décimo minuto de juego, tuvo que parar Rami a Bony cuando encaraba a Guaita, viendo la roja directa. Por si fuera poco, el propio Bony, una pesadilla para la zaga valencianista, adelantó al conjunto galés antes del cuarto de hora del partido, finalizando una jugada con sabor español entre Pozuelo y Michu.
Enseguida se puso el partido cuesta arriba para el Valencia, lo que hizo florecer los primeros pitos de su impaciente afición. Así las cosas, los blanquinegros eran incapaces de llegar al área de Vorm, que pasó inadvertido en la primera mitad. La mejor noticia de los primeros 45 minutos fue que la ventaja del Swansea no aumentó hasta el descanso, lo que dejaba un halo de esperanza para el segundo acto.
Los sucesos no transcurrían en favor del conjunto ‘che’, que veía como el mismo fondo que en la primera parte dio literalmente la espalda al equipo, se vaciaba inmediatamente antes de comenzar la segunda, aunque fue en señal de protesta y volvieron minutos más tarde. El Swansea veía cada vez más allanado el camino hacia la primera victoria.
El joven Bony perdonó la sentencia en más de una ocasión nada más volver de los vestuarios, pero el que mató el partido fue Michu, que de nuevo combinó magníficamente con Pozuelo y fusiló a Guaita por el primer palo.
No se conformaron los de Laudrup, que ahondaron en la herida del Valencia con un tercer gol, obra de De Guzmán ejecutando una falta al palo de Guaita. El portero dio un paso a la derecha antes del disparo que no le permitió llegar al balón cuando vio que se le echaba encima. El público de Mestalla, disgustado, comenzó a abandonar definitivamente sus asientos a falta de media hora de partido, a sabiendas de que la dolorosa derrota en el primer partido europeo de la temporada se iba a hacer efectiva.
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