Abr 252013
 

Cuatro goles del polaco Robert Lewandowski dejaron tiritando al Real Madrid en el partido de ida de las semifinales de la ‘Champions’, donde cayó con estrépito (4-1) en Dortmund ante un Borussia que sobrepasó a los pupilos de José Mourinho, desaparecidos tras el descanso y minimizados por el hambre y la ambición de los alemanes.

Todo apunta que la ‘Décima’ tendrá que esperar. El proyecto merengue, diseñado para recuperar la corona del ‘Viejo Continente’, sufrió un duro revés en el Signal Iduna Park, escenario que ya le había castigado en la fase de grupos. No hubo redención, ni garra, ni espíritu de Juanito. No hubo nada que se identificase con el ideario blanco.

El partido pasó por las botas de un polaco: Lewandoski, el deseado por Pep Guardiola para apuntalar su próximo Bayern. El ‘9’ del Borussia, rápido y picante, fue una auténtica pesadilla para Pepe y Varane, inconexos y lentos. La sanción de Arbeloa condicionó una defensa que, ante United y Galatasaray, había sido cosa de Ramos y el zaguero francés.

Apenas hicieron falta siete minutos para que los pupilos de Jurgen Klopp abrieran la cuenta en las semifinales. Un excelente centro de Gotze, la nueva estrella muniquesa, cayó impecable para Lewandowski, que sólo tuvo que empujarla a la red tras ganarle el sitio a Pepe, descentrado todo el partido.

El gol espoleó al Real Madrid, que no llegó a cambiar su discurso. Sin Xabi Alonso –impreciso y errático en la entrega– el manual merengue se encontró con el empate al borde del descanso, obra de Cristiano Ronaldo, que alcanzó la docena de tantos en esta ‘Champions’. Higuaín presionó a Hummels y su exigencia encontró premio. El argentino la cedió al ‘7’, que marcó a placer el 1-1 (min.43).

Pero el chaparrón para los de Mourinho estaba aún por llegar. La inestabilidad defensiva, que nunca estuvo a la altura del potencial bávaro, se tradujo en el 2-1 a los 50 minutos. Un balón entre líneas acabó en las botas de Lewandowski que batió a Diego López con suma facilidad y tras un toque con la puntera. Era el segundo bofetón y aún quedaban dos más.

LA MALDICIÓN ALEMANA
El gol del Dortmund no inquietó al Real Madrid, que continuó sufriendo en los peores minutos del envite. Un relámpago, pintado de negro y amarillo, recuperó los fantasmas de la maldición germana, recordó la crudeza que siempre tuvo para el fútbol español viajar al centro de Europa, sobre todo por los escasos argumentos que ofrecía el cuadro español.

Entonces llegó la sentencia, la puntilla y las rodillas en el suelo. Lewandowski, en un gesto de jugador de fútbol sala, pisó el cuero, ridiculizó a Pepe y estampó el 3-1 para dejar al Real Madrid sin alma, sin intenciones y condenado a apelar a la magia del Bernabéu para obrar un nuevo milagro que parece lejano.

La tormenta descargó con el 4-1, tras un penalti de Alonso que no dudó en señalar el colegiado holandés. El polaco cerró la fiesta del Borussia con el cuarto en su cuenta y obligó a esconder las orejas al equipo blanco, cuya derrota minimiza los efectos del 4-0 que encajó ayer el Barcelona. Aún queda la vuelta, pero los indicios no son positivos para Mourinho y su tercera ‘Champions’, que tendrán que esperar.

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