Abr 172013
 

El FC Barcelona Regal ha caído en un disputado tercer encuentro de ‘play-off’ contra Panathinaikos (65-63), en un OAKA como de costumbre impresionante en las grandes citas, y ya no tiene margen de error si quiere estar en la ‘Final Four’ de Londres, por lo que deberá reponerse al esfuerzo de esta noche y al no poder imponerse tras remontar 15 puntos de desventaja al inicio del segundo cuarto.

La única vía para estar en el O2 Arena es ganar este jueves y llevar la serie a un Palau Blaugrana que dictaría justicia. De momento, pese a tres partidos muy disputados, la realidad se parece demasiado a los ‘play-off’ de 2011, que de momento trascurrieron como éste y acabó con pase heleno a la final a cuatro. Esta noche, con otro final a cara o cruz, Diamantidis clavó un triple final a tabla, en una acción con mucha fortuna, y el Barça no pudo igualar o ganar en su último intento.

Falló Gist un segundo tiro libre con 65-63 final, propiciado por dos errores en esta línea de Tomic, y 5 segundos por jugar, pero Navarro no pudo culminar en canasta una transición complicada, quizá con alguna opción mejor de tiro, y los blaugranas perdieron una oportunidad de oro para ganar, pues pese a un pésimo primer cuarto que les lastró mucho, consiguieron ponerse arriba en el tercer cuarto (12-22 de parcial) y llegar a tener una máxima de 5 puntos en el último parcial (50-55) y un esperanzador 59-63 tras dos triples de Saras y Wallace, que fue el último blaugrana en poder anotar.

No obstante, este Panathinaikos y su líder Diamantidis se mueven como peces en el agua en finales ajustados como estos en que los nervios se ponen a flor de piel. Así, el agua se la pusieron al cuello a un Barça Regal irregular, que echa en falta las piezas que no tiene, pero que aún así ha demostrado en este partido que tiene argumentos para ganar el jueves si se aferra a su defensa agresiva, y sobre todo la zonal, y mejora en ataque. Deberán aparecer Lorbek, un poco mejor pero no suficiente, y más hombres que no Navarro y Tomic para hacerlo posible.

Y es que al Barça Regal se vio obligado a ir a remolque durante toda la primera parte, con el desgaste físico y mental que ello conlleva. Verse hasta 15 puntos abajo (29-14), sobrepasado por todo un vendaval verde en que Diamantidis, un Bramos que empezó su espectáculo, y Lasme y Gist por dentro no dejaban títere sin cabeza, hacía presagiar la peor de las suertes para los blaugranas.

Con el infierno del OAKA en marcha, al Barça le costaba entrar en el partido. Como en los anteriores dos duelos, el acierto en el tiro brilló por su ausencia. Una buena defensa de Panathinaikos sobre Navarro rompió el buen inicio del capitán catalán, y muchas veces dejaba solo a Víctor Sada para que este se arriesgara al tiro, sin suerte.

Pese a una leve mejora de Lorbek en aspecto ofensivo, ni él ni CJ Wallace pudieron ser una amenaza desde la posición de ‘4’, y suerte tuvo el Barça Regal de la buena defensa de Nathan Jawai sobre Sofoklis Schortsanitis y del acierto de un Ante Tomic que volvió por sus fueros, siendo el talismán en cuanto a acierto en tiro de dos.

Pero tras llegar al descanso nueve puntos abajo (38-29), la sensación era que una cierta mejora pasando por una mayor intensidad podía poner al conjunto de Xavi Pascual en el partido. Influidos seguramente por la charla al descanso, los blaugranas salieron con pilas renovadas y con una defensa zonal que hizo efecto. Pese a tres pérdidas seguidas, el Barça Regal apretó atrás y poco a poco fue reduciendo diferencias, con mayor presencia también en el rebote.

Un gran Tomic se hizo mayor dentro, pero la reacción la empezó un Sarunas Jasikevicius que fue profeta en una de sus tierras. El lituano se vació, pero sus triples y saber hacer ayudaron a focalizar la defensa griega en él y dejar un poco más libre a un Juan Carlos Navarro que aprovechó para llegar a los 15 puntos con un recital de triples y de sus ‘bombas’ de fabricación manual. El partido cambió por completo, sobre todo cuando con un parcial de 4-14 en el tercer período el conjunto catalán volvió a verse arriba (42-43).

Canasta a canasta, ambos conjuntos intercambiaron el liderazgo hasta llegar al término del penúltimo cuarto con un 50-51 para los blaugranas (12-22), pese a que Bramos metía todo lo que llegaba a sus manos en un duelo de jugadores ‘on fire’ con Navarro. No obstante, al alero verde se le acabó la magia y al de Sant Feliu no. La defensa, todavía férrea, de los visitantes provocó más dolores de cabeza al PAO, que no veía ya la canasta tan grande y sí como el rival conseguía su mayor renta (50-55).

Pese a esta cierta ventaja, los últimos diez minutos transcurrieron con un marcador ajustado. Cada vez con más nervios en pista, los pequeños detalles empezaron a tener más trascendencia. Si Panathinaikos hacía un parcial de 6-0 para recuperar la ventaja, el Barça respondía con dos triples consecutivos, el primero de Wallace en la serie y otro de Jasikevicius, para contestar rápido. Al final; personales, pérdidas, triples imposibles y mala suerte al final para un Barça que tiene todo un ‘match ball’ en contra.

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