Mar 042013
 

El Málaga y el Atlético de Madrid han firmado las tablas en La Rosaleda (0-0), en el partido correspondiente a la vigésimo sexta jornada de la Liga BBVA, que deja un reparto de puntos en un duelo intenso y luchado en donde la voluntad en ataque de los rojiblancos no fue suficiente para derribar a una buena defensa andaluza.

Después de alcanzar la final de la Copa del Rey, el Atlético se presentaba en Málaga con la intención de cerrar su gran semana dando un golpe casi definitivo ante un rival directo en la tabla. Con las bajas por lesión de Tiago y del sancionado Gabi, Simeone daba entrada a Mario Suárez y Koke en el medio mientras que Pellegrini volvía a darle la titularidad al joven Lucas Piazon, apostando además por Roque Santa Cruz en la punta.

Así, comenzó el partido con un Atlético que pareció entender que, tal y como ya hiciera el Oporto, la mejor forma de anular al Málaga era con una alta presión. Expertos en esa materia, los de Simeone ahogaban a su rival y muy pronto comenzaron a llegar al área de Caballero de la mano de un activo Arda Turan. Sin tiempo para la tregua, fue el Málaga quien más cerca rozó el gol en un saque de esquina rematado de forma espectacular por Demichelis.

Vencedor en cada balón dividido, los rojiblancos dominaban cada parcela del juego aunque era en los último metros de verde en donde el Atlético se mostraba más impreciso. Con Diego Costa más pendiente del rival que del balón, y con Falcao con más voluntad que acierto, la defensa del Málaga iba creciendo, mostrándose sin fisuras en una primera mitad que dejó el empate sin goles.

Tras el paso por los vestuarios, el duelo mantuvo el mismo guión visto en los primeros 45 minutos, con más garra que ocasiones. A pesar de su condición de local, la pelota seguía siendo de los rojiblancos ante un Isco que pasó desapercibido en este partido. Con el choque cada vez más lejos de las áreas, ambos entrenadores movieron los banquillos con la intención de intentar dar un golpe de efecto que acercara la victoria.

Así, los minutos finales dejaron un partido más abierto, con ambos equipos estirados, y con el balón rodando de área a área sin pasar por el centro del campo, aunque sin verdaderas ocasiones de gol. Por ello, tras un encuentro con un alto ritmo que dejó un gran esfuerzo de ambos equipos, finalmente Gil Manzano pitaba el final para dejar un reparto de puntos.

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