El Sevilla ha encadenado este lunes su tercera victoria consecutiva en la Liga BBVA a costa del Mallorca, partido marcado por la inspiración del equipo local al inicio de la segunda parte con un arreón de arte tejido por sus atacantes, que dejaron sentenciado el choque con tres goles casi consecutivos.
Ofuscado y visiblemente molesto en la primera parte, Negredo encontró la redención nada más volver de los vestuarios, cuando empleó su astucia para peinar de espaldas a la red un córner que fue a buscar al primer palo. El tanto descorchó el fútbol de un Sevilla que ya había apuntado trazas en la primera parte, pero que había sufrido la buena labor de Aouate en portería.
Con viento a favor, Reyes siguió exhibiendo su fútbol plagado de talento, esa ventaja competitiva que sale a relucir cuando logra concentrarse. Al buen juego del utrerano se sumó un Jesús Navas que, exiliado por una vez de la banda, se incrustó en la zona central para filtrar un gran pase interior a Manu del Moral. El jienense definió con un tiro tan flojo como sutil que pegó en el palo antes de entrar.
La sentencia llegó solo cinco minutos después, cuando Navas volvió a mudar la piel y, en lugar de dar un pase de gol, se dedicó a marcarlo. El pase de la muerte, diseñado con cartabón por Reyes, llegó franco al extremo, cuya velocidad le permitió un metro de ventaja suficiente para batir al portero israelí.
El Mallorca, muy obtuso toda la noche, aprovechó entonces la relajación sevillista para recortar diferencias por medio de Hemed, que empaló en el primer palo un centro de Pablo Cáceres. Sin embargo, no cundió más el esfuerzo del equipo isleño, que se queda a ocho puntos del descenso. Por delante se escapa el Sevilla, que gracias a su buen momento se ha situado a un solo punto de puestos europeos.
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