Ene 112012
 

El Real Madrid ha vencido por la mínima (0-1) en La Rosaleda, con un solitario tanto de Benzema, que contó con la connivencia de Willy Caballero, en lo que supone el pase de los blancos a los cuartos de final, donde presumiblemente se enfrentará al FC Barcelona, en lo que supondría la reedición de la última final del ‘torneo del KO’.

Con un cómodo dominio del esférico por parte del Real Madrid arrancó el encuentro, en lo que se vaticinaba un arreón inicial de los malacitanos que no fue tal, para el que José Mourinho se había provisto del ‘trivote’ formado por Lass y Khedira como escuderos de Xabi Alonso.

Un estéril cabezazo de Van Nistelrooy a los diez minutos de juego, abrió la veda para el arrebato de los de la Costa del Sol, que comenzaron a desinhibirse en la faceta atacante, en una fase del partido en la que un disparo de media distancia de Eliseu a la cepa del poste de la meta de Casillas resultó la mejor ocasión.

Cuando los de Manuel Pellegrini parecían tener maniatado al equipo madridista, extrañamente, los malacitanos apaciguaron sus ánimos ofensivos. De hecho, tan sólo se acercaron una vez a las inmediaciones del área merengue, a la media hora de juego, cuando Seba Fernández desde el punto de penalti no pudo conectar con la testa un centro de Isco.

En el otro lado del área, tan sólo una jugada combinativa entre Higuaín, Cristiano y Khedira logró inquietar a Willy Caballero, en una acción en la que el tunecino resultó lesionado, por lo que tuvo que ser sustituido por su compañero de selección Özil. Con un cabezazo de Sergio Ramos y un nuevo disparo de Eliseu, concluyó una primera parte intrascendente y anodina.

UN SOBRIO WILLY CABALLERO ERRÓ EN EL PEOR MOMENTO

A la salida de los vestuarios, Mourinho reestructuró a su equipo, introduciendo en el campo a Marcelo en sustitución de un desaparecido e indolente Kaká. Ambos conjuntos saltaron al terreno de juego con una mayor tensión, sabedores de que ya no había tiempo para preámbulos y deseosos de perforar las mallas rivales, unos para soñar con el pase a cuartos, otros para sentenciar la eliminatoria.

Si bien, los ánimos fogosos de los que ambos técnicos impregnaron a sus pupilos en el descanso, parecieron extinguirse con el paso de los minutos. Paulatinamente, como si de un partido de rugby se tratase, el Madrid fue ganando metros, cercando a los de Pellegrini en el área de Willy Caballero.

Cuando ya se había consumido la hora de partido, Cristiano tuvo en su cabeza la ocasión más clara hasta el momento, cuando picó un balón que le llegó desde la banda, en una acción abortada por Caballero, que en esta ocasión se mostró especialmente ágil. Acto seguido, una jugada similar pero que acabó con el balón dentro de la portería, fue justamente anulada por posición antirreglamentaria de Higuaín.

Ahora bien, el gol madridista llegaría poco después, cuando un recién entrado al campo Benzema, concluyó con un disparo raso e inocente un fugaz contraataque de los blancos, en un balón que se le coló por debajo del cuerpo al meta local. A partir de ahí, el conjunto blanco se sintió más cómodo, mientras que los malacitanos vieron cómo se desvanecían sus anhelos de remontada.

Así pues, el resto del partido fue un mero trámite, donde el Real Madrid bien pudo acrecentar su cuenta goleadora, con un Málaga que descuidó la defensa para buscar la meta de Casillas, con más fe que certeza. Finalmente, ni siquiera pudieron los de Pellegrini anotar el gol de la honra que merecieron en la recta final, por lo que los blancos se hicieron con el partido y con la eliminatoria.

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